Es la fábrica del mundo, la gran locomotora económica de China y una de sus principales joyas culturales y gastronómicas, pero Cantón, la provincia más poblada del país, busca reinventarse en medio de una ralentización económica que ha hecho mella en los bolsillos de muchos de sus residentes. Enclavada en el sur del país, en su capital portuaria homónima los laberínticos grandes almacenes –que ofrecen desde artesanías y antigüedades hasta electrónica y moda– aún compiten mano a mano con los bazares callejeros por captar la atención de los cazadores de gangas, que deambulan por la ciudad en busca de los mejores precios mientras descartan las falsificaciones. Pero este año, el de la pospandemia, –cuando se suponía que China debía florecer después de tres años de encierros y las fronteras cerradas, la economía cantonesa se llegó a contraer un 2,7% en el primer trimestre de 2020–, la recuperación se demora.

“No, no estoy vendiendo tanto como esperábamos... hemos visto mejores rachas”, comenta a Efe la señora Zhang, dependienta de una tienda de ropa al aire libre en el céntrico barrio de Dongshankou. Zhang compite con los centros comerciales y el comercio electrónico en una ciudad en la que los turistas –en 2018, antes de la pandemia, recibió 223 millones de visitantes– son fuente de ingresos, especialmente para la hostelería.

Otros turistas apuestan por la rica tradición cultural cantonesa, con sus templos ancestrales y teatros de ópera, o por el “turismo rojo”, las visitas a lugares revolucionarios como el museo que conmemora el Tercer Congreso del Partido Comunista (PCCh), y al que acuden a diario curiosos y convencidos para hacerse selfis y revalidar su fe en el marxismo.

Cantón, paradigma de la apertura china a finales de la década de 1970, sigue siendo la mayor provincia exportadora del gigante asiático y el principal destino de la inversión extranjera directa. “Muchos extranjeros se fueron en pandemia, hay mercados muy saturados. Es difícil sobre todo para el pequeño comercio, pero aquí muchas veces todo depende de las conexiones que se tengan”, relata Williams Kodithuwakku, un esrilanqués que ofrece servicios de logística.

TECNOLOGÍA

Cantón, con su clima templado, sus bajos costes labores, una base industrial robusta y una más que eficiente red logística, apuesta ahora por consolidarse como gran nodo para la digitalización y la innovación. La provincia es “líder en patentes, solicitudes de marca registradas y proyectos de tecnología”, recoge la prensa local, y en ella se creó la ciudad de Shenzhen, cuna de la tecnológica Huawei, tercera marca a nivel global de teléfonos inteligentes; Tencent, una de las mayores empresas de Internet del mundo y creadora de WeChat, el WhatsApp chino.