“Bermeo es el único equipo que aspira a todo”, afirma Iker Zabala. Urdaibai ya sabe lo que es vencer en los campeonatos, es el actual líder de la Eusko Label Liga y ahora tiene ante sí el reto de la Bandera de La Concha. La Bou Bizkaia es una de las favoritas, pero primero deberá lograr el billete en la siempre tensa clasificatoria, que tendrá lugar hoy en la bahía donostiarra a partir de las 18.00 horas.

¿Cómo llegan a la Bandera de La Concha?

El equipo está bien. Físicamente estamos bien y técnicamente el bote se ve que está yendo cada vez más rápido. Como entrenador estoy satisfecho porque estamos llegando al punto más caliente de la temporada en las mejores condiciones. Al ser un equipo relativamente nuevo, se ve que no está al cien por cien, pero seguimos con esa progresión cada semana y con la confianza de ver la mejor versión de Urdaibai en estas tres semanas.

Ser una tripulación nueva da un margen de mejora mayor al resto.

No sé los demás qué tendrán y qué no tendrán. Lo que sí sé, porque lo veo directamente en nuestro bote, es que todavía tenemos fugas. Eso es bueno y a la vez es malo. Me quiero agarrar a la parte buena de la historia, que tenemos margen de mejora, lo que pasa que el tiempo apremia. Tenemos que seguir mejorando, conjuntando la remada y estamos convencidos de que si seguimos en esta línea Urdaibai va a ser una trainera muy difícil de batir.

¿Qué tal llevan todo el ruido que se ha generado desde el exterior este año, poniéndoles de favoritos constantemente?

Cuento con un equipo bastante maduro. Somos conscientes de que ha habido mucho ruido de puertas hacia fuera. Todo el mundo nos daba de claros favoritos, pero éramos consciente de que no íbamos a tenerlo nada fácil. Para empezar ganar siempre es difícil y hay que tener en cuenta que es un equipo nuevo, cada uno con distinta remada. De puertas hacia dentro, en Bermeo teníamos eso clarísimo.

Aunque ahora sí que están en una buena situación.

Poco a poco los datos nos están dando la razón de que tenemos un grandísimo equipo. La clasificación de la ACT dice que somos líderes, hemos ganado los dos campeonatos que estaban en juego, tanto el de Bizkaia como el de Euskadi y a día de hoy se puede decir alto y claro que el único que puede aspirar a todo es Bermeo. Eso hay que valorarlo. Somos conscientes de que no ha sido fácil y de momento estamos acertando, esperemos que sea así hasta el final de la temporada.

¿Siente que la progresión que ha tenido su tripulación ha sido más rápida de lo esperado?

El que piensa que esto es coser y cantar y coger a trece remeros con currículum y que el bote ande, solo tiene que mirar de reojo a otras traineras y ver que tan fácil no es. No sé si el proceso está siendo rápido o lento, es el que es, pero a día de hoy no estoy contento con el rendimiento que está dando la trainera porque creo que puede dar más y estamos intentando sacar la mejor versión.

Mucho trabajo para llegar a este punto.

Lo que está claro es que me había metido en un proyecto muy ambicioso, pero muy peligroso a la vez. Era consciente de que si yo llegaba a Bermeo y no se optaba a banderas, estaría en la picota. Eso tiene que ser así porque el entrenador es el máximo responsable de que la trainera funcione. Esta claro que tiene que haber mimbres y poco a poco se está conjuntando todo. También hemos tenido nuestras adversidades por el camino y al final eso te une. Ha habido momentos críticos durante la temporada, parecía que el caballo se nos estaba marchando, pero hemos sido cabezones y hemos seguido insistiendo.

¿Haberlo ganado todo ya como entrenador y remero le da cierta tranquilidad?

Sí que se puede dar ese punto de serenidad. Como remero he tenido la suerte de ganarlo todo, incluso ya como entrenador también. Ese punto de confianza sí que da. Tengo la seguridad que durante el trayecto de este año, los pasos que he dado, los he dado en firme, pero ahora es otro escenario. Se junta que es el club de mi casa, de mi gente, de mi pueblo… eso da un plus más de presión, que no me voy a volver loco con ella, pero sí que tengo especial ganas de repetir lo que he hecho en Santurce con el club de mi pueblo y de toda mi vida. Estamos vivos y estoy a tope de ilusión.

Todo lo vivido hace que la Bandera de La Concha se presente como un duelo entre Urdaibai y Hondarribia.

En cuanto a la liga sí que nos hemos desmarcado del resto y no va a entrar ninguno más en la pelea que no sea Bermeo u Hondarribia. Pero la Bandera de La Concha es una regata distinta. Es otra competición y partimos todos casi desde cero. El factor suerte es relevante. Pero sí que es verdad que tanto unos como otros estamos llegando en buena forma, pero para La Concha hay que andar con mucho tiento.

No se fía del resto de embarcaciones.

—No, para nada, porque ya en Galicia creo que ha habido equipos mirando fijamente para La Concha y guardando la ropa. Bermeo y Hondarribia estamos obligados a hacer la regata más dura posible para intentar coger la mayor cantidad de puntos. Durante esta liga, Bermeo y Hondarribia están llevando un desgaste muy fuerte. En nuestro caso tenemos una plantilla amplia y hemos podido dosificar esfuerzos. Aunque menos de los que me gustaría porque hubiera querido hacer más rotaciones, pero al final el rival está atacando y nos hemos tenido que defender con todo lo que podíamos.

Antes de luchar por la bandera, tendrán que lograr el billete para ella.

Está claro. Nosotros no estamos mirando más allá de la siguiente regata y la más inminente es la clasificatoria. Si no cometemos ningún error, ni tenemos ninguna avería dentro de la embarcación, creo que Urdaibai debería estar. Por potencial y porque somos el actual líder y durante la temporada no sé cuál ha sido el peor puesto, pero seguramente del séptimo u octavo para abajo no hemos estado. Queda ese trámite que tenemos que pasar, se pasan muchos nervios y es un mal trago que sabemos que tenemos que superar, pero estamos acostumbrados a ello e iremos a por la regata a tope.