Bilbao

– Pieza clave en el centro del campo del Albacete, Lander Olaetxea (Abadiño, 1993) busca repetir la excelente campaña realizada el pasado ejercicio en un equipo que coqueteó con Primera División al alcanzar por sorpresa el play-off de ascenso. El rendimiento del colectivo fue extraordinario como lo fue también el que ofreció a título individual un relanzado Olaetxea, quien firmó tres goles y otras tantas asistencias en los 41 partidos que disputó tras militar en la temporada 2021-22 en un Amorebieta que no pudo mantener su lugar en la categoría de plata. “Siempre vimos factible el objetivo de la salvación y luchamos hasta el final, pero no pudo ser”, remarca el de Abadiño en vísperas de su reencuentro con los azules.

Está a las puertas de un partido especial. ¿Qué significa para usted reencontrarse con el Amorebieta en Segunda División?

—Jugar contra un exequipo siempre es especial y afronto el partido con mucha ilusión. Tengo ganas, sobre todo, de ver a la gente que rodea al club y a los dos jugadores con los que coincidí hace dos temporadas: Iker Seguín y Unai Marino.

¿Qué recuerdo guarda de aquel curso 2021-22 en el Amorebieta?

—El recuerdo es bueno. El Amorebieta es un club muy familiar y de trato excelente para cualquier cosa que puedas necesitar. También lo recuerdo con pena porque no conseguimos el objetivo, pero fue un año muy bonito para mí y para mi familia.

Pelearon lo indecible por conseguir la permanencia, pero se les escapó en la penúltima jornada.

—Así fue. Nosotros siempre vimos factible el objetivo de la salvación y luchamos hasta el final, pero no pudo ser.

¿Para qué le sirvió la experiencia?

—Sobre todo, para disfrutar de las pequeñas cosas que rodean al fútbol. Muchas veces estás centrado en la dinámica de trabajo y no lo haces, pero en el Amorebieta el entorno da pie a disfrutar de todo. El club es muy cercano con los jugadores y el ambiente que teníamos en el vestuario era magnífico.

No se les puede negar que remaron todos en la misma dirección con la particularidad de ser toda la plantilla nacida en Euskal Herria.

—Mantuvimos además el bloque que había conseguido el ascenso y el ambiente fue increíble. A los que llegamos nuevos nos acogieron súper bien y nos adaptamos rápido a lo que había, por lo que disfrutamos mucho.

Haritz Mujika afirmó en la antesala del estreno liguero que la plantilla actual del Amorebieta ofrece más garantías que aquella de la que formó parte. ¿Está de acuerdo?

—Sí, puede ser. Ahora igual tienen gente con más experiencia en la categoría. Algunos jugadores ya han jugado en Segunda y otros, a pesar de ser debutantes, han pasado por canteras importantes como la del Barcelona. Es muy difícil comparar una plantilla con otra, pero si el entrenador lo dice, por algo será.

¿Cómo ve las opciones de salvación de los azules?

—El Amorebieta no es el principiante de la otra vez y tratará de hacerse fuerte en Segunda. Solo llevamos una jornada de liga, pero compitieron muy bien en su partido contra el Levante y dejaron buenas sensaciones. En Segunda todo está muy igualado y veo a todos los equipos con posibilidades de alcanzar sus objetivos.

¿Qué partido espera el domingo?

—Creo que va a ser de muchos duelos e intensidad y los detalles pueden marcar el devenir del partido. La clave va a ser estar acertados en las áreas y cometer pocos errores, porque el Amorebieta es un equipo muy sólido y nosotros también estamos intentando ajustar ese tipo de cosas, así que habrá que cuidar todos los detalles.

¿Si tuviera que destacar a un jugador del Amorebieta quién sería?

—Quizás a Jauregi al estar con esa flor que necesitan los delanteros para marcar, porque la tocan y van para dentro. Habrá que tener cuidado con él.

En su caso forma parte del equipo revelación de la pasada temporada. ¿El objetivo es repetir presencia en el ‘play-off’ de ascenso?

—No, nuestro objetivo es ir partido a partido y lograr primero los 50 puntos. A partir de ahí ya veremos, pero nos centramos en intentar hacer nuestro juego metiendo mucha intensidad a los partidos para sacarlos adelante y a ver hasta dónde llegamos.

Se ha convertido en una pieza capital para el Albacete en el centro del campo. ¿Se encuentra en el mejor momento de su carrera?

—Sí, es posible que esté dando mi mejor versión. Encajé muy bien en el Albacete, el entrenador me dio confianza y las cosas van bien. El año pasado fue otro en el que disfruté mucho.

Han pasado seis años desde que abandonó Lezama tras dos campañas en el Bilbao Athletic. Ha evolucionado mucho desde entonces.

—Desde luego. Soy un jugador diferente. Empecé en posiciones más adelantadas y ahora estoy casi metido entre los centrales. Al final vas evolucionando en función de lo que te pide cada entrenador.

¿Qué objetivo se marca a nivel individual para esta temporada?

—Seguir en la misma línea del año pasado. Intentar mejorar las cosas que no salieron del todo bien y reforzar las que hice bien. A nivel colectivo es una temporada ilusionante también por los jugadores que han venido al club y por haber mantenido el bloque del año pasado.

¿Y en el largo plazo?

—Nada, solo pienso en el corto plazo y en el partido del domingo.