JONE Magdaleno (Bilbao, 1997) llegó al Campeonato de Europa de taekwondo en la novena posición del ránking mundial y se marchó como la luchadora mejor del viejo continente. La vizcaina arribó a Manchester con la intención de dar un golpe sobre el chaleco rival y regresó a casa con la medalla de oro en la modalidad femenina de -62 kilos. Su mejor presea hasta el momento. El título que, por ahora, encabeza su ascendente trayectoria deportiva. Y eso que Magdaleno ya sabía lo que es ser campeona de Europa, lo fue a nivel universitario; pero haber conseguido reinar también en categoría absoluta con apenas 24 años es algo que le costará asimilar un poco más. Porque la bilbaina es taekwondista desde que tiene uso de razón. Ha crecido encima del tatami y su dobok ha pasado por todas las tallas. Ha quemado etapa por etapa hasta ser el referente estatal de su peso. De hecho es la campeona española de los últimos tres años y desde el pasado domingo también es la campeona de Europa. Con mérito y emoción.

Y es que Magdaleno consiguió su medalla de oro, precisamente, en el asalto de oro. En el tiempo extra que tuvo que disputarse después de que la bilbaina y la checa Petra Stolbova llegaran a la conclusión del tercer set con empate a 11. Entonces, una contundente patada al peto que resonó en todo Manchester le dio a la vizcaina los dos puntos necesarios para subirse a lo más alto del podio continental. Para volverse loca, abrazar a su entrenador Miguel Ángel Herranz y tirarse al suelo para reír o llorar. O ambas cosas. Pero condensar la final en tan solo una patada sería desdeñar el espectáculo que Magdaleno y Stolbova ofrecieron el pasado domingo. Porque lo cierto es que ambas luchadoras protagonizaron una pelea de infarto. No apta para corazones delicados. Y eso que el combate comenzó siendo bastante estático, con Magdaleno mejor plantada y Stolbova más dinámica, jugando más con las distancias. Ambas son viejas conocidas y, aún así, se estudiaron mucho antes de atacar. Cómo no hacerlo, si en juego estaba el título continental. Así que el final del segundo asalto llegó con un escueto y nada concluyente 3-3.

Sin embargo, el tercero y último se desarrolló mucho más rápido, como si tanto Magdaleno como Stolbova se hubieran guardado todo su arsenal para ese momento. Una buena combinación de golpes colocó a la checa 4-8 arriba. Pero la bilbaina no había llegado hasta allí para morir a la orilla, así que se colocó bien el casco, apretó los dientes y sumó siete puntos seguidos. Dio la vuelta al marcador (11-8) a falta de 20 segundos para la conclusión. De hecho, a medio segundo del final, a medio segundo para colgarse el oro, Magdaleno dominaba con un suficiente 11-10. Pero entonces fue amonestada por pegar antes de que el árbitro lo indicara. La bilbaina se comió el amago de Stolbova y tuvo que encajar la penalización de un punto que devolvía el empate al luminoso cuando el título europeo ya estaba entre sus dedos. Entonces la vizcaina tiró de cabeza y en el asalto de oro salió a morder. A por todas. Esquivó un par de intentonas de su rival para lanzar la patada ganadora con su pierna izquierda y proclamarse campeona de Europa.

Antes de la final, Magdaleno tuvo que enfrentarse también a otro asalto de oro. Fue en la semifinal que le enfrentó a la belga Sarah Chaari. En cuartos, también sufrió para ganar a la británica Chloe Roberts (8-9), aunque mucho más sencillos fueron los octavos que le midieron a la húngara Csenge Patakfalvy (16-2).

sueño olímpico

Este triunfo en Manchester no solo permite a Magdaleno ascender en el ránking y lograr el billete directo para el Mundial que se celebrará el próximo octubre en Cancún (México); sino también colocarse en una posición idónea en su sueño de acudir a unos Juegos Olímpicos. París 2024 llegará en su plena madurez deportiva y aunque todavía incluso los preolímpicos quedan muy lejos, el objetivo de la bilbaina es convertirse en la mejor opción estatal para así debutar en una cita olímpica en la capital francesa. Con todo, Magdaleno quiere seguir el curso natural de las cosas, ir poco a poco le ha llevado ya muy lejos. Por eso se centra ya en las dos últimas pruebas de su exitosa temporada: el Grand Prix de Roma que tendrá lugar del 3 al 5 de junio y el Open G2 de Luxemburgo que dará comienzo el 11 de junio. l

Una penalización a falta de medio segundo para el final y cuando Magdaleno ganaba 11-10 provocó el asalto extra

Este Campeonato de Europa es, hasta el momento, el título más importante de la bilbaina, que sueña con los Juegos