Cuenta June Crespo (Iruñea, 1982) que el punto de partida para esculpir una figura es la interpelación. Cuando una estructura le dice algo, una corriente eléctrica recorre su cuerpo, impulsándola a crear. El resultado de ese impulso se materializa en formas vegetales, tubulares y cilíndricas que se entremezclan con productos textiles y que, a menudo, utilizan elementos de producción industrial como soporte. Una selección de las más recientes se está alojando en la sala 105 del Museo Guggenheim, que desde hoy y hasta el próximo 9 de junio acoge la exposición Vascular. Comisionada por Manuel Cirauqui, ofrece un recorrido por la práctica escultórica de Crespo y completa la programación de la pinacoteca para la primera parte del año.  

El recorrido reúne la producción más reciente de la escultora y un conjunto escultórico de gran escala concebido específicamente para ser expuesto en uno de los espacios del Museo, la sala 105. Es, además, el último eslabón de la cadena de exposiciones monográficas que el Museo reserva a los artistas vascos contemporáneos. En este caso, la muestra “se plantea como un punto de inflexión en el historial expositivo de Crespo hasta la fecha”, según Juan Ignacio Vidarte, director de la pinacoteca.

La autora navarra ha escrito este último capítulo de su historial expositivo con uno de los comisarios del Museo, Manuel Cirauqui. “Hemos estado trabajando a lo largo de estos últimos cuatro años”, ha apuntado el escritor y comisario experto en arte contemporáneo este jueves. Desde que el Guggenheim extendió la invitación a la navarra hasta este miércoles, cuando se zanjaron todos los pormenores de la exposición, ambos han transitado por un camino que Cirauqui define como “un bello proceso”. 

Un proceso en el que apareció la palabra Vascular. “Es un término que nos lleva a los circuitos y a los organismos en los cuales la irrigación pone en contacto partes alejadas, a la comunicación, a los fluidos, a los organismos vivos, a la contaminación… Todos estos elementos, seres y estructuras están intrínsecamente en contacto con la obra de June”, ha explicado Cirauqui. Así, el título de la muestra sugiere transmisiones entre todas las obras que incluye, que actúan como vasos comunicantes y redes capilares de la propuesta expositiva que June Crespo traslada al Museo. 

June Crespo, gran renovadora del arte europeo

La autora es considerada una de las creadoras más importantes del contexto artístico europeo. La pinacoteca bilbaina define su obra como “un diálogo transformador” entre los conceptos que han atravesado el arte vasco de las últimas décadas –entre los que destaca la abstracción, la extrañeza o la tragedia, entre otros– y los acuciantes problemas que enfrenta el mundo actual como la conciencia medioambiental. Esta conversación se adereza con la sensibilidad feminista de la creadora. 

Estas cuestiones resuenan en una obra confeccionada con materiales propios de la funcionalidad industrial que, en el caso de Vascular, se funden con tallos y partes de flores y plantas: “He llevado distintos tipos de flores a la fundición para poder crear estas figuras que vemos aquí”, dijo Crespo refiriéndose a algunas de las piezas de su propuesta como Back of the Tongue (2022), que simula una lengua a través de unas barras de acero fundido que sostienen varios tejidos. El vértice de estas barras se remata con flores de acero. 

Por otro lado, la escultora también indicó que a lo largo de su carrera le ha interesado tratar el tema de los ‘no espacios’ o espacios negativos. La intervención que ha realizado en la sala que aloja la exposición explica en buena medida este concepto. Consiste en dos agujeros, colocados a la altura de los ojos, que muestran cómo detrás de la pared del espacio habita otra: “Nos informa de que hay otra, detrás de esta”, ha dicho, “y muestra el esqueleto del edificio”, ha explicado. Ha deslizado, también, que “esta exposición invita a sentir visceralmente las obras”, unas obras que no tienen una única interpretación y que pretenden evocar figuras y materialidades distintas. 

La escala de todas ellas es inusual en la obra de Crespo: “Su propuesta expositiva para la Galería 105 resitúa la escala de los trabajos anteriores para llevarlos a un nuevo nivel de metamorfosis”, ha indicado el Museo en una nota.