Más de 40 obras, entre dibujos, esculturas, fotografías, proyecciones y obras de ubicación específica, de Giovanni Anselmo estarán expuestas desde este vienes, 9 de febrero, hasta el 19 de mayo, en el Museo Guggenheim de Bilbao. La exposición Giovanni Anselmo. Más allá del horizonte está concebida como un viaje que conecta entre sí, de una manera diversa, las obras más emblemáticas de la trayectoria de este referente del Arte Povera con otras de ubicación específica.

De esta manera, el Museo Guggenheim brindará a sus visitantes la oportunidad de conocer la gran diversidad de medios y materiales con los que trabajó este artista italiano, fallecido en diciembre del pasado año. En este sentido, Juan Ignacio Vidarte, director del Museo Guggenheim de Bilbao, ha apuntado que la exposición se ha convertido en un "homenaje a su legado".

En la muestra se pueden apreciar los temas recurrentes que definieron su vocabulario artístico como el espacio, el tiempo, la orientación, los campos magnéticos o las fuerzas gravitacionales del planeta. Se trata, en palabras de la comisaria Gloria Moure, de la exposición más grande e importante del artista hasta ahora. La obra puede parecer, en principio "dura", por el uso de materiales como la piedra, pero "se trata de un poeta que te hace sentir y que te habla de lo real, sin florituras, ni excesos, ni exhibicionismos; era la antifrivolidad", ha destacado Moure sobre el artista.

En 1965 Anselmo decidió abandonar su andadura artística con la práctica del dibujo y la pintura al óleo tras experimentar la disolución de su "propia sombra en el infinito" en la cima del volcán Estrómboli. Fue entonces cuando tomó consciencia de ser parte integrante de un inmenso universo en constante transformación, y desde entonces, renunció a la idea de representación y abogó por la presentación de la realidad a través de los materiales. Es ahí, en esa fase, donde da comienzo la exposición con las esculturas que evidenciaron la base fundacional de su proyecto: desafiar la noción de estructura fija. Es el caso de Sin título (1996), una fina barra de hierro que, aun manifestándose en pie, revela su inestabilidad a la mínima vibración.

Cuarenta obras

Las 40 obras se distribuyen en dibujos, esculturas, fotografías, proyecciones y obras de ubicación específica, como Mientras hacia ultramar el color levanta la piedra (1995-2023), concebida con piedra caliza en base al espacio de la galería del museo donde se ha ubicado. Otra pieza llamativa de la exposición es Sin título (estructura que come), de 1968, que muestra la caída de un bloque de granito debido a la descomposición de una lechuga y capta así "una de las formas de transformación de la energía natural a la vez que revela la fuerza de la gravedad y alude al paso del tiempo", según Moura.

También se exponen obras relacionadas con la orientación como Dirección (1967-68), con una brújula insertada en un bloque de granito cortado en forma de triángulo, que apunta hacia el norte, o con la fuerza de la gravedad, como Sin título (1984-91), en la que dos bloques de piedra están suspendidos en equilibrio sobre un lienzo con cables de acero.

La retrospectiva incluye, asimismo, proyecciones de palabras como 'detalle', 'todo', 'visible' o 'infinito' sobre paredes, suelo, techo o las propias figuras de los visitantes a través de unos haces de luz que "solo cobran sentido cuando se encuentran con un cuerpo material".