Nació el último día de agosto de 1836, en unos tiempos turbulentos para un Bilbao en guerra. Antes de que acabase el año la ciudad fue sitiada dos veces –y hubo un tercer sitio un año antes, en 1835...– en el marco de la primera guerra carlista (1833-1839). Se diría que su cuna olía a pólvora. Les hablo de Ramón Elorriaga de las Rivas, un hombre que tuvo su peso en el Bilbao del siglo XIX.

Entre las décadas de 1840 y 1850 varios pintores vascos se formaron en las escuelas de Madrid y Roma. En ellas adquirieron una fuerte influencia purista y nazarena, lo que en unos casos determinó su primera producción y en otros la desarrollada a lo largo de toda su vida. Pues bien, Ramón fue alumno de las citadas Escuelas de Madrid y Roma. Participó del movimiento overbeckista (Overbeck fue un pintor alemán, fundador de esta corriente...) pintando cuadros históricos y religiosos. Conoció a Pablo Milá y Fontanals, líder del nazarenismo catalán, a quien posteriormente enviará discípulos (entre otros, Mamerto Seguí). Elorriaga desarrolló un fuerte influjo nazarenista desde su cátedra de profesor de dibujo en el Instituto de Bilbao.

Concurrió a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de Madrid en los años 1858 y 1871; a la de Barcelona de 1872 y a la Exposición Provincial de Bizkaia de 1882. Tomó parte en otras exposiciones de distintas localidades y fechas. Entre los años 1875-1876 hizo una excursión artística por los Estados Unidos. El viaje a América tuvo por objeto abrir nuevos mercados a su pintura. Se constituirá así Elorriaga en precedente en una práctica habitual en el arte vasco posterior, tanto por su amistad con artistas catalanes como por la búsqueda y apertura de mercado artístico en América. Sustituirá a Guinea, cuando éste marcha becado a Roma, en la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao hasta 1888, nueve años antes de su muerte.

Era, como ven un hombre cosmopolita (Madrid, Roma Nueva York...) pero también con ingenio. No en vano, además de destacado pintor se dedicó a inventar aparatos de gran utilidad pública. En 1880 patentó dos aparatos con destino al servicio del Cuerpo de Bomberos, consistentes en una escalera que podía llegar a alcanzar gran altura y una manga para facilitar con rapidez el descenso de accidentados. Era un artista plástico y creativo, si me lo permiten decir así.

La investidura presidencial de George Washington como el primer presidente de los Estados Unidos se llevó a cabo el 30 de abril de 1789 en el balcón de Federal Hall en Nueva York. Cien años más tarde, Ramón Elorriaga cursaba el referido viaje por Estados Unidos y decidió recrear la investidura de George Washington. El cuadro se custodia hoy en el Federal Hall National Memorial. El Federal Hall está ubicado en el Wall Street 26, en la ciudad de Nueva York, fue el primer capitolio de los Estados Unidos de América y el lugar de la investidura de George Washington en 1789. El edificio original fue destruido en el siglo XIX y reemplazado por el actual edificio, el cual sirvió como la primera Cámara de Transacciones. Hoy, el Federal Hall National Memorial, como es conocido por los norteamericanos, está bajo la custodia del Servicio de Parques Nacionales como museo conmemorativo de los sucesos que tuvieron lugar en ese mismo emplazamiento.

Tal vez sea ese su cuadro más célebre pero también se le conocen cuadros de notable prestancia como La muerte de Abel (1858), Grupo de mendigos (1871), La lección de baile (1877), Los náufragos del Cantábrico (1876), El baño del Pedregal en Castro Urdiales, Perro ratonero, Ayer y hoy y Don Juan Lanuza. Ramón murió en Bilbao, después de tanto viaje, en 1897, a un paso de conocer el siglo XX que no vio.