La fundación Lurgaia, cuyo trabajo se centra en la recuperación de las zona arbóreas autóctonas de Euskadi, ha completado la campaña 2023-2024 plantando la nada desdeñable cifra de 23.281 ejemplares de árboles y arbustos. O, lo que es lo mismo, ha colaborado en la renaturalización de numerosos espacios –en Urdaibai, sobre todo, pero también en Basauri, Elgoibar, Mallabia, Zalla, Durango o Aia– en los que, colocando siempre especies autóctonas, han sido fundamentales para permitir “iniciar o, en algunos casos continuar, el proceso de regeneración de algo más de 48 hectáreas de futuros bosques” en la Comunidad Autónoma Vasca.

Antes de arrancar cualquier tipo de reforestación, Lurgaia analiza “las condiciones de cada parcela y suelo –orientación, acidez del suelo, humedad, altura, etcétera–”. Como siempre, “nos hemos fijado en los procesos naturales y hemos intentado imitar la sucesión ecológica: dando importancia a árboles con estadios maduros, como robles (Quercus robur), encinas (Quercus ilex), arces (Acer campestre), y a especies pioneras como abedules (Betula celtiberica), espinos albares (Crataegus monogyna) o sauces. Pero también hemos favorecido la presencia de especies escasas como serbales (Sorbus aria, S. aucuparia y S. torminalis) o perales silvestres (Pyrus cordata). Y por supuesto, hemos propiciado especies que juegan un papel importante como refugio o como proveedoras de alimento a la fauna en otoño, entre ellas, las aves migradoras. Por eso hemos plantado especies como avellanos (Coryllus avellana), acebos (Ilex aquifolium), arraclanes (Frangula alnus), manzanos silvestres (Malus sylvestris), cerezos (Prunus avium), etcétera”.

Según el informe de la campaña 2023-2024 que han hecho público, “estas plantaciones nos han permitido iniciar o, en algunos casos continuar, el proceso de regeneración de algo más de 48 hectáreas de futuros bosques”. Asimismo, señalan que en algunas parcelas, “la densidad ha sido muy baja (100 unidades/hectárea), en otras muy alta (700 unidades/hectárea) y en ciertos casos hemos plantado especies clave en parcelas que ya llevaban varios años en proceso, como, por ejemplo, los tejos (Taxus baccata) recientemente plantados en Kataska, Durango, una parcela que se encuentra en un proceso ya muy avanzado de recuperación”.

De la misma forma, el proyecto para crear en Undabaso, en Ibarruri y en Muxika ha tenido un decisivo impulso durante estos últimos meses. De hecho, el que en un futuro será “el bosque mixto más grande de Urdaibai”, ha logrado alcanzar ya las 200 hectáreas. Asimismo, desde la fundación Lurgaia siguen trabajando en “dos proyectos muy prometedores” en los cordales de Karakate (Soraluze – Elgoibar) y Santutxu (Eibar – Soraluze), que “no paran de crecer y en los que estamos trabajando mano a mano junto con Eibarko Baso Biziak, Elgoibarko Baso Biziak y Soraluzeko Baso Biziak”. Todo este trabajo se ha efectuado gracias a 1.746 colaboradores que han tomado parte en algunas de las jornada de voluntariado que organizan con numerosas entidades y empresas.

Actividades

Localidades. Las parcelas intervenidas por la fundación Lurgaia se encuentran en Aia, Basauri, Busturia, Durango, Eibar, Elgoibar, Errezil, Leioa, Mallabia, Mañaria, Mendata, Morga, Muxika, Soraluze, Zalla, Zestoa, Zior-tza-Bolibar y Zumaia.

Iniciativas “novedosas”. Lurgaia se muestra agradecida por las iniciativas novedosas de este año “como el club de fans de Itziar Ituño, que decidió regalarle árboles y que continúan ligado al proyecto, o un grupo de trabajadoras y trabajadores de URA que, a modo de homenaje a un compañero fallecido, hicieron una aportación económica y vinieron a plantar”.