A falta de que el polo audiovisual de Punta Zorrotza sea una realidad, con un espacio de 100.000 metros cuadrados de platós, almacenes o espacios de posproducción, las productoras se buscan la vida para encontrar localizaciones interiores. “No vivimos de esto, pero nos supone un extra a nivel económico”, expone Gorka Amezaga, propietario de El Balcón de la Lola, discoteca bilbaina ubicada en la calle Bailén. Tras haber sido uno de los escenarios de la serie Intimidad, rodada en 2022, el establecimiento acogerá a finales de abril el rodaje de Miss Carbón, una coproducción vasco-argentina para Netflix.

“Merece la pena”, apunta Amezaga, si bien expone que son muchas las visitas que realizan antes de rodar. “Primero viene una persona a echar un vistazo, de avanzadilla. Posteriormente viene un grupo con técnicos y demás. Y luego ya viene el equipo completo, dos o tres veces, con el director incluido. Es a la tercera cuando deciden si les gusta el local”, apunta el hostelero, quien indica que una vez que comienza el rodaje son jornadas de 15 horas con un equipo enorme. “Tienen un departamento de decoración y lo ponen todo ellos: lámparas, neones, sofás... Al final es nuestro local como podía haber sido cualquier otro”, explica Gorka Amezaga. De hecho, después de que estuvieran un día entero rodando, el hostelero revela que la discoteca aparece apenas unos segundos en Intimidad.

El Balcón de la Lola puede compatibilizar su nueva función como escenario de ficción porque solo abre las madrugadas de los fines de semana. La próxima grabación ya está cerrada. “Serán dos días de rodaje, pero necesitan un día anterior de preparación y otro de recogida. Nosotros cerramos el domingo a las 6.00 de la mañana, lo limpiamos todo y ellos entran a las 10.00”, apunta sobre lo fino que deben hilar los horarios. Amezaga está entusiasmado con el futuro rodaje de la película Miss Carbón: “Es una historia muy bonita sobre la primera mujer que trabajó en una mina por ser trans”.