La diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, ha advertido hoy de que el Museo Guggenheim de Urdaibai solo se construirá si el proyecto supera trámites "absolutamente garantistas", que aseguren que su construcción no genera daños en el entorno. Es más, la máxima responsable foral ha afirmado que "si no se descontaminan los suelos, si no se modifica la calificación de suelos industriales y si no se mueven los astilleros de Murueta, el proyecto no será viable".

Etxanobe ha comparecido este martes en las Juntas Generales, a petición de Elkarrekin Bizkaia, para dar cuenta de la situación en la que se encuentra la iniciativa para desarrollar una ampliación en discontinuidad del Guggenheim en Urdaibai, con una sede en Gernika y otra en Murueta. "Ese impulso que supuestamente se quiere dar a la comarca de Busturialdea pasa por llevarse por delante un espacio protegido como es la reserva de la biosfera", ha mostrado su preocupación su portavoz, Eneritz de Madariaga.

La diputada general ha iniciado su intervención mostrando la "determinación" de la institución foral por impulsar un proyecto que considera "de oportunidad" para la comarca. "Estoy convencida de que el Guggenheim Urdaibai va a ser un proyecto que ayudará a revitalizar Busturialdea, mejorando la reserva de la biosfera y mejorando la calidad de vida y las oportunidades de todas las personas de esta comarca", ha alegado.

Actualmente, y en este periodo de dos años que se ha abierto en el seno del Patronato del Guggenheim Bilbao, la Diputación trabaja ya en la modificación de los planes urbanísticos, "especialmente relevante para determinar la viabilidad del proyecto". Por una parte, ha explicado, porque hoy en día no es posible construir un museo ni en los suelos de la antigua Dalia ni en Murueta, porque ambas parcelas están clasificadas como de uso industrial, y, por otra, porque las modificaciones urbanísticas que se tienen que llevar a cabo son procesos "absolutamente garantistas con el cuidado del medio ambiente. Nos hemos marcado como objetivo desarrollar un proyecto que mejore el medio ambiente y este es uno de los filtros principales".

Para poner el marcha el museo hay que modificar tres figuras urbanísticas: el PTP Gernika-Murueta, en el que se determina la movilidad, el trazado de la senda peatonal entre ambas sedes o el impacto ambiental de las actuaciones; el Plan de Compatibilidad de las parcelas de Dalia y Murueta, que marca por ejemplo la edificabilidad que se permite en cada una, y el Plan Especial supramunicipal de las parcelas, para la ordenación al detalle una vez se sepa cómo van a ser las infraestructuras.

En cada uno de los casos, el proceso es el mismo: el documento de modificación se elabora siguiendo las pautas establecidas por el Gobierno vasco y se envía a todos los organismos competentes en los ámbitos afectados, desde URA hasta ETS o el Patronato de Urdaibai para que emitan su informe. Posteriormente se dará a conocer a la ciudadanía, abriendo un plazo de alegaciones, que finalizará con su aprobación inicial, un nuevo periodo de exposición pública y el visto bueno provisional. Y es que antes de ser aprobado de forma definitiva, deberán contar de nuevo con el visto bueno de los órganos competentes.

Participación ciudadana, en junio

Actualmente, los plazos están ya avanzados para el PTP de Gernika-Murueta. De hecho, el documento está ya redactado y se han recibido todos los informes de los órganos competentes, pero la Diputación quiere darle un plus más de garantías ambientales, modificando los aspectos que sean necesarios para cumplir la recientemente aprobada Ley de Transición Energética y Cambio Climático de Euskadi.

Las previsiones son que este primer documento pueda entrar en exposición pública en tres meses, por lo que a partir de junio "informaremos directamente a la ciudadanía de este proyecto", recogiendo además sugerencias o aportaciones "que se analizarán para su inclusión".