Que Bilbao creció desaforadamente en los años 50 del pasado siglo es algo que hasta los más jóvenes conocen a poco que les interese mínimamente la historia de su ciudad. La masiva llegada de inmigrantes del resto de la península, dispuestos a mejorar su vida ganándose el jornal en la industria pesada y astilleros que proliferaban en las márgenes de la ría, supuso que no hubiera suficientes viviendas para todos, lo que provocó la formación de barrios de chabolas en la periferia de la ciudad.

Conocida es por todos la infravivienda que se levantaba de la noche a la mañana con cuatro maderas, un poco de cemento y planchas de chapa para el tejado en zonas como El Peñascal, Uretamendi y Otxarkoaga. Pero también se construyeron en otras laderas como la que muestra la imagen, tomada en 1960 en Artxanda y que recoge la iniciativa municipal Bilbao Izan.

De autor desconocido, la instantánea expone en primer término varias decenas de chabolas escalonadas y diseminadas sin orden ni concierto, unidas por caminos de tierra que se amoldaban a la pendiente que bajaba de Artxanda generadora de pequeños y peligrosos barrancos. Un complejo de casas que a decir verdad tenían mejor hechura que las de sus homónimas ubicadas en las faldas del Pagasarri. Se ubicaban en lo que hoy conforma los rascacielos del Mirador de Etxezuri, la zona de Montaño y la parte alta de Uribarri, muy cerca del trazado ferroviario que conectaba con el Txorrierri.

Hay que tener en cuenta que en 1960, fecha en que tomó la fotografía, no se había planificado la autovía bautizada como Solución Centro y que requirió la construcción del Puente de La Salve, cuya ausencia se nota en esta visión del Bilbao franquista que iba cubriendo poco a poco las parcelas vacías del Ensanche. Sí se ubican los dos edificios residenciales que conforman la calle Tíboli, de los números 15 al 25, los cuales se levantaron colindantes a la estación de Matiko. Un poco más a la derecha, la perspectiva desde lo alto ubica también las dos torres que flanquean la entrada de la parroquia de El Salvador, hoy todavía en servicio para los feligreses en la calle Fontecha y Salazar. Y por detrás suyo otro edificio de vecindad, el que hace esquina entre las calles Tristan Leguizamon y Huertas de la Villa.

Son puntos de referencia para ubicar al lector que hoy no se verían si un fotógrafo se apostaría en el mismo lugar desde donde se captó la imagen hace 64 años debido al crecimiento de otros bloques residenciales que atestan toda la zona de Matiko, Uribarri y Campo Volantín. Sí se podrían captar el estadio de San Mamés, cuyo antiguo arco se puede encontrar al fondo, igual que el tramo del puente de Deusto que salva la ría y que en aquella época abría sus dos hojas casi a diario debido al intenso tráfico de mercantes que navegaban aguas arriba.

Uno de estos barcos, pintado de blanco, está atracado en el muelle de lo que antaño fue la Campa de los Ingleses y hoy es zona de paseo ribereño de Abandoibarra. Otra ausencia destacable es la de la enorme playa de vías que utilizó años después la Autoridad Portuaria para guardar los convoys ferroviarios de mercancías y que tras su desmantelamiento a principios de este siglo permitió dejar espacio para levantar la Torre Iberdrola, la biblioteca de la Universidad de Deusto y la sede de la UPV/EHU.

Otros derribos, los de los pabellones y las gradas de Astilleros Euskalduna que se observan en la imagen al lado del puente de Deusto, permitieron construir el actual Palacio de Congresos y de la Música del que tomó su nombre, así como el centro comercial Zubiarte.

El parque de Doña Casilda en su versión original antes de su ampliación y el espacio verde de Botica Vieja, por debajo de un barrio de Deusto sin rascacielos y sin canal finalizado, son otros dos elementos urbanos que permanecen de esta vieja instantánea. Afortunadamente la razón por que se obtuvo ya es recuerdo del pasado para este nuevo Bilbao.

VIRADO EN SEPIA

Comparta su recuerdo. Si conoce anécdotas o susedidos con respecto a esta imagen puede compartirlos enviándolos al correo agarcia@deia.eus.

Abiertos a sus fotos. Si desea que alguna de sus instantáneas antiguas sea comentada en esta sección puede enviarla a bizkaia@deia.eus donde se analizará su publicación.