Los centros de salud del territorio registraron ayer lunes, primer día de vacunación, un goteo constante de ciudadanos que no se la quieren jugar este invierno. “Mejor prevenir”, coincidían cuantos esperaban su turno en el ambulatorio de Rekalde, en Bilbao.

Por protegerse a sí mismos, y también por no contagiar a los demás, fueron muchos los que ya el primer día de campaña pasaron por consulta para hacer frente al invierno y su romería de virus con la seguridad que dan las vacunas. “Estamos delicados de salud, sobre todo él, así que todo lo que nos ayude a protegernos y no ponernos enfermos, bienvenido sea”, afirmaba Pilar Pérez, que había acudido al centro de salud bilbaino acompañada de su marido, Eusebio Berrocoso. “Prefiero hacer las dos a la vez y ya está, que luego no sabemos lo que puede venir”. No olvidan su cita anual con las vacunas; la de la gripe, desde siempre y, desde la pandemia, también la que les protege del covid. “Siempre lo hacemos los primeros días, antes de que nos acatarremos”, explica.

Miguel Ángel Guzmán, de 63 años, no solo pretende no enfermar este invierno, sino también proteger a los que le rodean. “Soy conductor de autobuses escolares y lo que no es normal es que por mi inconciencia les pegue algo a alguno”, defendía. “Y el resto de personas que trabaja en sitios parecidos tendría que hacer lo mismo”. Y eso que, explicaba, el año pasado la vacuna de la gripe no le sentó nada bien. “Pero creo que merece la pena; al final son dos días los que pasas malos y los beneficios son mucho mayores”. Repite con ambos pinchazos, convencido de que son la mejor protección contra los virus. “Visto lo que hemos pasado, las vacunas es lo que más nos ha ayudado. Si no, a saber dónde estaríamos todavía... Y para los que tenemos ya una edad, todavía más”.

Castor García puede hacer gala, a sus 90 años, de una salud de hierro y una agilidad envidiable. “Yo creo que son los genes de mi madre”, bromeaba a las puertas de la consulta. Llegado a Bilbao desde su Burgos natal con apenas 18 años, achaca a las vacunas no haber enfermado nunca de gripe. “Todos los años me vacuno y, a Dios gracias, nunca me he puesto malo”, aseguraba. Tampoco de covid, aunque en su caso se mostraba más receloso de este antídoto. “No me dan mucha confianza”, reconocía. Aún así, no le cabe la menor duda de lo importante que son estas campañas. “Me llamaron hace 15 días para venir hoy mismo y aquí estoy. Lo suelo hacer siempre los primeros días y así luego estoy despreocupado. Luego viene mi mujer, que tiene hora un poco más tarde. Nunca he tenido gripe pero para mayor seguridad prefiero vacunarme; yo creo que algo habrá tenido que ver”, reflexionaba.

Aunque nunca llegó a contraer el virus, a María García no se le han olvidado los terribles días de la pandemia del covid; en su bolso ya tiene preparadas las mascarillas que piensa usar cuando empiece el frío y, con él, empiecen a proliferar los virus. “En cuanto empiece a hacer malo me la voy a poner; evita también que cojas catarros y eso siempre es bueno”, mostraba el tapabocas que ya lleva en su bolso. Para mayor seguridad, ayer se puso las vacunas tanto de la gripe como del coronavirus. “Somos mayores y tenemos que protegernos; es mejor prevenir”, afirmaba. Ella misma llamó a su centro de salud para poder hacerlo sin perder más tiempo y le dieron cita el primer día de campaña. “Otros años no me han dado reacción”, confiaba, a sus 88 años, en no sufrir efectos secundarios tampoco en esta ocasión.