“Este momento que nos ha tocado vivir es complicado, no nos podemos engañar, pero con el apoyo e ilusión de todos los coralistas, de Algorta y también de Getxo y de la sociedad en general, saldremos de esta situación reforzados, seguro”. Son palabras del presidente del Biotz Alai, Juan Ignacio Roscales, revestidas de un aura triste ante el abandono de la que ha sido la sede del coro durante 55 años. Su hogar desde siempre. La agrupación empieza ya el traslado a los que serán sus nuevos locales de ensayo: cuatro lonjas en la calle Telletxe, donde será necesario hacer obras. Un cambio que viene provocado por la no renovación del contrato por parte de la parroquia San Nicolás para que Biotz Alai siguiera utilizando las instalaciones habituales de la avenida Basagoiti, que son propiedad de la Iglesia.

Roscales reconoce la pena y “los momentos convulsos para nuestra sociedad”, pero quiere agarrarse al optimismo y al tirar para adelante. “A nuestro querido coro Biotz Alai le toca vivir una etapa desconocida, de cambio, de incertidumbre y zozobra, pero todo cambio también conlleva nuevas oportunidades”, remarca. Así que la vista de las voces graves del Biotz Alai está puesta en el cercano porvenir. “Los locales donde vamos a realizar nuestras clases de canto y de música son cuatro lonjas anexas que suman en su conjunto 180 metros cuadrados. No son grandes, pero entendemos que suficientes para desarrollar nuestra actividad”, explica Roscales. Eso sí, este espacio requiere de obras para que sea apto y cumpla con la normativa. Es decir, supone un desembolso económico muy fuerte para el coro y por eso, la entidad ha tirado ya de ahorros, ha recurrido a préstamos y los integrantes han duplicado sus cuotas mensuales. “Todo esto nos va a llevar a hacer una inversión muy relevante y endeudarnos significativamente, pero con el esfuerzo de todos los coralistas, unos pocos ahorros que tenía el coro (que nos han servido para dar la señal de compra) y el apoyo del Ayuntamiento y del pueblo de Getxo en general, seremos capaces de tener unos locales óptimos para poder seguir desarrollando nuestra actividad coral”, indica el mandatario.

Pero con todo el esfuerzo, aún no es suficiente para que el nuevo rumbo llegue seguro a buen puerto, por lo que Biotz Alai ha puesto en marcha una campaña de crowdfunding (captación de fondos económicos on line) con la plataforma goteo.org. En concreto, las intervenciones a realizar, entre otras, son adaptar las lonjas a la normativa vigente, montar sistemas de absorción acústica, evitar ruidos y demás molestias que pudieran ocasionar los coralistas. “Esto va a suponer un coste adicional importante, pero también tenemos claro que, como coro y actor relevante en la actividad cultural de nuestro pueblo, debemos garantizar el bienestar de nuestros vecinos”, sostiene Roscales, que matiza que estos locales “no son de los coralistas”, ni de los actuales ni de los futuros, son “del coro Biotz Alai”, por lo que si esta agrupación llegara a desaparecer, estas lonjas pasarían al Consistorio de Getxo y se dedicarían “exclusivamente” a actividades culturales. “Queremos transmitir a todos nuestro agradecimiento anticipado”, enfatiza el presidente, en nombre de todos los implicados.

Únicamente mira hacia atrás el presidente de esta sociedad para coger fuerzas. “Cuando se creó el Biotz Alai de voces graves hace 57 años, no lo tuvieron fácil: no tenían un local donde ensayar, ni recursos económicos para poder desarrollar su actividad, ni piano o elementos musicales de apoyo, pero tenían ilusión, constancia, amistad, compañerismo... Todos esos ingredientes que hacen que se puedan construir cosas, y lo hicieron, crearon un gran coro de voces graves”, repasa Roscales con emoción. “Es nuestra responsabilidad seguir haciendo honor al trabajo que desarrollaron aquellos primeros coralistas, como eran Juanjo Gainza (primer director), Mario Porset (Maito), la saga de los Ariño, los Zubizarreta, los Laca, los Solaun, y tantos otros que han permitido que hoy estemos donde estamos”, destaca.

Ese es el aliento, el impulso para emprender un nuevo camino después de que el año pasado, el consejo parroquial, compuesto por quince personas, y el propio cura de la iglesia San Nicolás, Javier Garai, decidieran “priorizar el desarrollo de las actividades de los grupos parroquiales” en el espacio que usaba Biotz Alai. Es decir, será el coro de la iglesia, el grupo de scouts y otros proyectos solidarios los que ocupen ahora las instalaciones de la avenida Basagoiti.

Los datos

Antecedentes. El año pasado, el consejo parroquial y el cura de San Nicolás optaron por no renovar el contrato que permitía al coro Biotz Alai ensayar en unos locales de la iglesia en la avenida Basagoiti. Adujeron que tenían que “priorizar el desarrollo de las actividades de los grupos parroquiales”. Es decir, serán estos quienes ocupen las instalaciones (coro de la iglesia, scouts...)..

Obras. Durante meses, Biotz Alai ha trabajado para buscar una alternativa a sus locales de ensayo de toda la vida. Finalmente, serán cuatro lonjas en la calle Telletxe, pero es necesario realizar obras para adaptarlas a la normativa y para implementar medidas de cara a que los coralistas no molesten a los vecinos.

Recaudación de fondos. El coro ha impulsado una campaña de recogida de fondos en la plataforma goteo.org.