Casi nada escapa al escrutinio de Hacienda; cualquier información, como los saldos de las cuentas corrientes de los contribuyentes o los pagos que realizamos con tarjeta en los datáfonos, es una pista valiosísima para terminar con el fraude fiscal. Y es que algunos contribuyentes se sirven de mil y un subterfugios para reducir el montante que tienen que abonar al fisco, desde facturas falsas, ocultar pagos en efectivo o declarar como gasto de empresas viajes familiares o coches que terminan siendo de uso personal.

De hecho, las entidades financieras, como bancos o cooperativas de crédito, envían mucha información a la Diputación sobre todas las operaciones que realizan los contribuyentes del territorio, como los saldos de sus cuentas bancarias, el volumen total de ingresos y gastos, y las compras que realizan con sus tarjetas de crédito en terminales de punto de venta o datáfonos. A través de esta vía se descubrieron más de 4 millones de euros defraudados, por pagos por ejemplo de empresas a contribuyentes que estos no habían declarado en su IRPF, o ventas o ingresos de autónomos que se habían notificado a Hacienda.

Otros contribuyentes utilizan empresas para deducirse gastos que han realizado a nivel personal, al declarar como gasto laboral la compra de un vehículo, viajes privados e incluso eventos familiares. ¿Lo defraudado por esta vía? 2,7 millones de euros.

Las actuaciones de Hacienda también han permitido recuperar 5,8 millones de euros que empresas que prestan servicios a consumidores finales, como comercios minoristas, habían ocultado como ingresos al ser pagos en efectivo.

Además, se han perseguido las facturas falsas, sin contenido económico real, que habían permitido omitir 2,5 millones de euros en impuestos, principalmente en los sectores de aserraderos y mayoristas de madera, construcciones y montajes, reparación de maquinaria, y empresas que prestan servicios contables y financieros.

No hay que olvidar aquellos contribuyentes que, aun teniendo la obligación, cuando llega la hora de saldar cuentas con Hacienda se olvidan de hacerlo. “Nosotros detectamos que tienen obligación de declarar y les emitimos las correspondientes regularizaciones”, apunta el director de Hacienda, Iñaki Alonso. Por este motivo se ha llamado la atención a 25.102 personas y empresas, que habían dejado de tributar 11,5 millones de euros: siete millones en el IRPF, 500.000 euros en Patrimonio, 1,5 en Sociedades, 1,2 en IVA y casi 350.000 euros en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.

Y ese fraude, ¿es consciente o hay también quien se equivoca? Alonso afirma que se dan las dos situaciones; de hecho, los servicios de asistentes al contribuyente son precisamente para que cada vizcaino tenga claro qué tiene que declarar, cuánto y cuándo. El tratamiento a cada uno de ellos es también diferente. “Hay un tipo de contribuyente que de verdad quiere defraudar y lo hace a propósito; en estos casos, además de cobrar las cuotas que no han pagado y sus intereses, les imponemos sanciones. Pero también hay supuestos en los que se han equivocado; cuando vemos que es un error, solo se cobra lo no ingresado y los intereses, pero no se imponen sanciones”, explica el director.