El deseo de todos los partidos con representación municipal en el Ayuntamiento de Bilbao es que el conflicto laboral de Bilbobus se solucione cuanto antes. Para ello, la salida propuesta por el área de Movilidad y Sostenibilidad consiste en rescindir el contrato público que obliga a la adjudicataria a ofrecer unas condiciones a la plantilla que, según alegan, actualmente no puede cumplir. En esa línea, en palabras de Nora Abete, máxima responsable del área, plantean sacar una nueva licitación, en el plazo de tres meses, en la que se “podrá dar respuesta a las exigencias salariales de los trabajadores”. Es más, durante el pleno municipal que ha tenido lugar este jueves se ha trasladado la percepción de que, ante los progresos de la negociación, la huelga que están protagonizando los trabajadores no está justificada.

En ese sentido, la edil ha lamentado que a pesar de haber hallado una solución “con garantías jurídicas” los trabajadores no hayan aceptado la propuesta. “Reconocen que es un avance pero no consideran que es suficiente. Hemos pedido al comité de empresa que finalicen la huelga. Creo en el derecho a la huelga, pero creo en el derecho de la ciudadanía a servicios mínimos”, ha sostenido Abete sobre el paro indefinido iniciado el 9 de abril. En esa línea se ha manifestado también Juan Mari Aburto, alcalde de Bilbao, quien ha ido más lejos al instar a los trabajadores a plantearse si la huelga es justa. “Yo creo que no es justa”, aseveró, al tiempo que ha considerado que las condiciones de trabajo sí “son justas y dignas”. Por ello, ha estimado que la propuesta de la concesionaria, “muy concreta y nada desdeñable”, debería “ser valorada por los trabajadores”.

SABOTAJES DESDE EL 9 DE ABRIL

Durante el pleno de Bilbao, la concejala de Movilidad ha revelado que, desde que ha comenzado la huelga, 212 autobuses han sufrido sabotajes. “Concretamente han sido 29 lunas rotas, 77 manipulaciones del motor que han provocado otras tantas averías, 12 neumáticos dañados y 93 unidades que han sufrido ataques con pintura, huevos o carteles”, ha evidenciado la edil, quien ha concretado que estos ataques, por valor de 118.417 euros, han obligado a retirar esos autobuses de circulación. El alcalde, además, ha denunciado que esos sabotajes no se han limitado a los autocares. “¿Defiende lo que están haciendo en mi portal? ¿Lo que mi familia y mis vecinos tienen que soportar?”, ha espetado a Ángel Rodrigo, concejal del PP.

Y es que el popular ha censurado que el gobierno municipal quiera “desplumar a los trabajadores”, a los que ha mostrado su apoyo. “Los ciudadanos son víctimas sobrevenidas de este conflicto, sobre todo las personas mayores de los barrios humildes”, ha apuntado Rodrigo. Ana Viñals, portavoz de Elkarrekin Bilbao, ha reconocido que el conflicto es difícil de resolver. Sin embargo, ha considerado que “la mano pública del ayuntamiento” debería haberse tendido antes. Por su parte, María del Río, portavoz de Bildu, ha insistido en conocer las condiciones del contrato que el Ayuntamiento ha propuesto volver a redactar. Sin embargo, lo único que ha trascendido es que por el momento no se ha iniciado procedimiento administrativo alguno para la resolución del contrato en vigor.

"UN GRAN CONTRATO" DE 2019

Como ha recordado Abete, la adjudicación de Bilbobus, tildado como “un gran contrato” por todas las partes, se concedió en 2019 a Biobide (ALSA-Transitia), con un montante de 500 millones de euros para los próximos diez años. “Nadie podía prever una guerra, una pandemia y que el IPC subiera de manera increíble”, ha señalado al respecto. El primer edil ha evidenciado que dicho contrato preveía una subida salarial del 8,5% en 2021, lo que hizo que fuera “inviable” de asumir por la contrata. La tensión entre la empresa y los trabajadores comenzó a partir de ese momento. Según ha expuesto Aburto, la salida ante esta situación es “una resolución por incumplimiento contractual no culpable”, lo que facilitaría que la adjudicataria actual no tuviera que pagar una fianza de más de 20 millones de euros.

Aunque el debate se ha elevado al pleno a propuesta del PP, que buscaba un acuerdo relativo al conflicto, finalmente ha salido adelante una enmienda de modificación de PNV y PSE en la que se instaba al equipo de gobierno “a continuar trabajando para alcanzar una solución que cuente con las garantías legales y satisfaga a las partes involucradas permitiendo el normal funcionamiento del servicio de Bilbobus”.