Biobide, la empresa concesionaria de Bilbobus, denunció ayer lunes que “diversos sabotajes” están afectando al funcionamiento de los servicios mínimos en las líneas de autobuses urbanos de la capital vizcaina, cuyos trabajadores iniciaron la pasada semana una huelga indefinida en protesta por la congelación de su convenio desde 2021.

En la nota difundida por la compañía encargada de prestar el servicio de transporte público urbano en Bilbao, se explicó que las acciones realizadas provocaron que ayer lunes, en el turno matinal, circularan “apenas entre 5 y 10 vehículos de los 38 que tendrían que estar en funcionamiento”.

En el parte de daños hecho público por Biobide, destaca que “entre otros incidentes, hay seis autobuses con las lunas rotas, dos con las ruedas pinchadas, se ha tirado pintura y colocado vinilos en cristales e interior de varios vehículos y han sido robados 65 desconectadores de corriente, lo que impide el arranque de los autobuses”. Además, según apunta la empresa, “los vehículos son saboteados a pocos metros de salida de las cocheras y tienen que volver a entrar”.

La concesionaria del transporte urbano denunció a su vez que, con estas acciones, repetidas en las últimas jornadas, “se causa un grave perjuicio a las personas usuarias, que ven defraudadas sus expectativas de desplazarse a hospitales, trabajo, estudios”, entre otros.

Por todo ello, Biobide pidió que “cesen los incumplimientos de los servicios mínimos” y solicitó al comité de huelga que “vele por su cumplimiento”, ya que “son una obligación”.

Tras meses de movilizaciones, el comité de Bilbobus inició el pasado 9 de abril una huelga indefinida. El motivo principal es la “negativa de la empresa adjudicataria a negociar las condiciones laborales” de unos trabajadores cuyo convenio permanece “congelado desde 2021”. El contrato para gestionar el servicio se firmó con una vigencia de diez años en 2019, antes de las afecciones en la economía provocadas por el coronavirus y la guerra de Ucrania. A día de hoy, la adjudicataria alega que no puede asumir las condiciones firmadas entonces, ya que no preveían un aumento del IPC tan excepcional. Desde el Ayuntamiento se evalúan opciones como modificar el contrato o, incluso, rescindirlo.

Las claves

Desperfectos. Hay seis autobuses con las lunas rotas, dos con las ruedas pinchadas, se ha tirado pintura y colocado vinilos en cristales e interior de varios vehículos y han sido robados 65 desconectadores de corriente.

Conflicto. El convenio está congelado desde 2021, ya que la empresa alega que no puede asumir las condiciones firmadas en 2019 ya que no preveían un aumento del IPC tan excepcional.

Salidas. Desde el Ayuntamiento de Bilbao se evalúan opciones para solventar la situación generada como modificar el contrato o, incluso, rescindirlo.