EDE Fundazioa, la entidad que agrupa a varias organizaciones locales que trabajan en proyectos de economía social y empleo inclusivo, está llevando a cabo la renovación integral de su sede de Indautxu, el edificio que hace esquina entre las calles Manuel Allende y Simón Bolivar de Bilbao.

Un proyecto arquitectónico que va a mantener la filosofía social histórica de este enclave del centro de la capital vizcaina y que va a dotar al espacio de nuevos usos con la pretensión de abrirlo a la ciudadanía. Hasta ahora la que se conocía como Apostólicas Etxea era un bloque que pasaba desapercibido en el entorno de Indautxu y eso a pesar de sus llamativas ventanas de colores y una actividad de ayuda a social diaria a cientos de personas que podía ser problemática pero que siempre ha estado muy integrada en el barrio.

Las obras iniciadas en noviembre pasado han vaciado todas las estancias anteriores dejando solo las fachadas internas y externas para alumbrar un nuevo bloque que tendrá su patio interior como elemento central.

UNA PLAZA ABIERTA A TODOS

En torno a esta plaza que “va a estar abierta a todos”, indican fuentes de la entidad, se va a conformar una residencia social con 28 alojamientos dotacionales dirigidos a diferentes colectivos que, según su circunstancias personales y familiares, podrán permanecer desde unos meses hasta un máximo de cinco años. La capacidad máxima de la residencia será de 64 personas en las cuatro plantas que ocupará.

El nuevo restaurante inclusivo, que sustituirá al precedente comedor social que gestionaba Caritas, será otro elemento tractor ayudado por la plaza interior a la cual se accederá desde la calle Manuel Allende por un denominado paso de carruajes, al estilo de los grandes edificios señoriales de siglo XIX.

Este patio es la estrella del proyecto al abrirse al entorno con diferentes actividades culturales y sociales que organizará la fundación con una oferta propia y compartida o de otras entidades ajenas. Todos los que trabajen, se hospeden o disfruten del que de momento se llama Edificio Plaza tendrán que pasar por este patio para acceder a las diferentes dependencias que ofrece. Infrautilizado hasta ahora, en el futuro “será la espina dorsal que estructurará los usos del edificio” según explicó en su presentación, el arquitecto Diego Fullaondo, responsable del proyecto constructivo.

La vuelta de calcetín que se está dando al bloque esquinero permitirá además adecuar y ampliar las oficinas de la propia EDE Fundazioa, generar nuevos espacios, como los tres locales a pie de calle que se ofrecerán en alquiler concertado a iniciativas y proyectos sociales, o disponer de zonas destinadas al trabajo compartido con otros agentes, personas u organizaciones, todas equipadas con la última tecnología.

5.000 METROS CUADRADOS

En total, se van a generar 5.000 metros cuadrados de superficie para todos estos usos. El presupuesto del que se ha dotado la Fundación EDE ronda los ocho millones de euros y sus previsiones son “finalizar las obras antes de concluir este año con la intención de abrir el restaurante y el resto de servicios en el primer trimestre del próximo año”, han indicado desde la entidad social.

La renovación también incluye la adaptación del edificio a las modernas exigencias de eficiencia energética y sostenibilidad ambiental. Un proceso que afectará a las dos fachadas exteriores, las cuales cambiarán los llamativos colores actuales de los marcos de sus ventanas por un color claro muchos más sobrio. Por contra, el zócalo se mostrará todo él en color negro.

PARA EL PRÓXIMO MEDIO SIGLO

EDE Fundazioa se ha tomado muy en serio su nueva sede. Sobre todo por que va a servir para “desarrollar nuestra actividad en las debidas condiciones durante, al menos, los próximos 50 años”. Por ello han trabajado más de tres años en cómo abordar el proyecto constructivo y su actividad para optimizar su uso, integrarlo mejor en su entorno y adaptarlo a las necesidades que pretende cubrir.

De esta forma, además de crear cinco comisiones de trabajo en su seno, han contado con la participación y apoyo de seis agentes externos entre arquitectos, diseñadores y consultores gastronómicos.

También se efectuó un mapeo donde identificaron a los 175 principales agentes del entorno a tener en cuenta en el desarrollo del proyecto. Entre todos se realizó una ronda de entrevistas a un centenar de personas y colectivos del barrio entre vecinos, negocios locales, profesionales, voluntarias de EDE, usuarias de los servicios sociales, asociaciones del distrito y las administraciones públicas. Es decir, una iniciativa consensuada que evitará problemas de integración en el barrio que, por otra parte, nunca han existido en años precedentes.

LA CIFRA


5.000

Son los metros cuadrados de superficie útil que se están generando con la restauración del edificio albergando espacios de trabajo colectivo, áreas de intervención individual y grupal, salas de reunión grandes, un patio y una nueva terraza multiusos, un restaurante inclusivo y alojamientos sociales para distintas necesidades.

En todo lo que se refiere a la participación

una iniciativa innovadora al 100%

lll Codiseño. El trabajo de colaboración que ha dado a luz el proyecto ha sido totalmente inédito por varios motivos. Ha permitido conocer las debilidades y fortalezas reales y potenciales de la conexión de la iniciativa con el entorno. También comprender más las dinámicas de los agentes locales lo que, además de cocrear y codiseñar el proyecto, ha permitido conectar con el vecindario. Todo ello con un enfoque abierto y colaborativo que ha incorporado de manera continua las percepciones del entorno. Se han integrando los pasos del proceso lo que en síntesis implica que se ha conseguido un conocimiento construido participativamente para la puesta en marcha de este proyecto de innovación social.