La proliferación de turistas en Bilbao ha traído consigo ciertos inconvenientes en la vida cotidiana de algunos vecinos, que padecen bajo sus hogares el transitar diario de una multitud de personas dirigidas por un cicerone que emplea un altavoz para hacerse escuchar. Con el objetivo de atenuar estas molestias, el Ayuntamiento de Bilbao ha elaborado una guía de buenas prácticas con las que regular el sector. Las principales medidas consisten en que se establecen unos límites máximos por grupo, de entre 25 y 30 personas, y se invita a que los propios guías proporcionen a sus clientes equipos de audio cerrados. Por el momento, la guía no es de obligado cumplimiento y no contempla la imposición de multas. Sin embargo, y aunque aún no se ha oficializado, “la mayor parte de guías profesionales y agencias de receptivos ya lo están instaurando como modelo”.
Así lo asegura Xabier Ochandiano, concejal de Desarrollo Económico, Comercio, Turismo y Empleo, quien expone que la guía se ha trabajado con todo el sector, de la mano de la Asociación Profesional de Guías Turísticos de Euskadi. “Los temas que podían generar una mayor distorsión a nivel de ciudad son el volumen de personas y el sonido”, especifica el edil sobre las cuestiones en las que más han incidido teniendo en cuenta sus competencias. De hecho, revela que a lo largo de 2024 prevén sacar una ayuda para subvencionar los equipos de audio a las empresas con guías profesionales. “Serían unos auriculares para que el guía no tuviera que gritar al viento su relato, sino que en el discurrir de la visita guiada pudiera explicar lo que necesitara, pero solo a su audiencia, no a todo el mundo”, revela el edil.
¿Y UNA ORDENANZA?
El Ayuntamiento de Donostia ha dado un paso al frente en relación a las visitas guiadas. La semana pasada, precisamente, anunció que a partir del 10 de abril prohibiría las visitas guiadas de más de 25 personas. El Consistorio de la capital guipuzcoana, además, acotará el horario de las visitas de 8.00 a 23.00 horas, sumando así otra restricción más a la veda que ya había aprobado meses atrás contra el uso de megafonía. El incumplimiento de estas normativas que ha incluido en su ordenanza de Espacio Público podría suponer sanciones con cantidades de entre 750 y 1.500 euros.
“Los temas generan una mayor distorsión en la ciudad son el volumen de personas y el sonido”
“Las dos ciudades compartimos muchas estrategias pero en este caso, en cuanto al turismo, vivimos una situación diferente”, apunta Ochandiano al respecto. En ese sentido, revela que mientras para Bilbao el turismo supone un 8% de su economía, en Donostia ese porcentaje se acerca al 12%. “Vamos dando pasos progresivamente. La dinámica de las guías es un ámbito de mejora de sostenibilidad y equilibrio en zonas de mayor afluencia turística, especialmente en el Casco Viejo”, indica el concejal, quien argumenta que, por ello, no vieron la necesidad de elevar las recomendaciones de la guía a una ordenanza, con las consecuencias punitivas que ello acarrearía. “Vamos a empezar con estímulos positivos de cara al sector”, incide Xabier Ochandiano.
DATOS ORIENTATIVOS
La guía de buenas prácticas en Bilbao viene de lejos, ya que su elaboración es el resultado de un compromiso plenario adquirido en 2022. Ese verano se abordó un estudio del impacto que el aumento de la actividad tendría en la ciudad. Desde el Ayuntamiento de Bilbao exponen que solo las visitas guiadas regulares que lleva a cabo Turismo Bilbao suman unos 6.500 participantes al año. A esa cifra habría que sumar todas las iniciativas de carácter privado. “Desde el área se suele hacer trabajo de campo en la ciudad”, expone el edil, quien indica que los cálculos son orientativos. Muchas visitas guiadas que se ofertan on line salen a diario, a la misma hora y del mismo punto y, después, siguen el mismo recorrido. En el caso del Casco Viejo, los itinerarios, que se prolongan durante dos horas, siempre contemplan algunos emplazamientos como el Teatro Arriaga, la Plaza Nueva, el mercado de La Ribera, la catedral de Santiago o la estación de La Concordia.
Con esos datos se pusieron a trabajar con los agentes del sector, que reclamaban una regulación de la actividad, entre otras cuestiones, debido al “intrusismo” de guías que no están cualificados, principalmente en los denominados free tours. “Hubo una flexibilización del ejercicio del guía turístico a nivel europeo y actualmente no se exige ninguna titulación. Es un factor que nosotros no podemos regular”, revela al respecto Ochandiano.
Otra de las cuestiones trasladadas por las partes interesadas es en relación a los buses turísticos discrecionales. “Desde hace unos años, tenían una dispensa para poder cargar y descargar turistas en algunas paradas de autobuses de Bilbao. Había que cambiar y mejorar eso”, explica el concejal sobre una cuestión colateral a la guía de buenas prácticas. En ese sentido, revela que están trabajando con el área de Movilidad para atajar el problema de la mejor manera posible y sin que suponga un obstáculo para el servicio municipal.
