¿Qué ese esa especie de autobús que no es ni rojo ni verde y circula por Bilbao? Azulito, un medio de transporte que tanta ilusión genera y tantas miradas atrae cuando circula por las calles de Bilbao. Comenzó a rodar en 1963 y finalizó en 1989, veintiséis años de funcionamiento en el que se han podido vivir y se recuerdan miles de anécdotas. “Azulito ha sido, es y será nuestra historia para siempre”, indicó con gran emoción Kepa Elejoste, presidente de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Bilbao.

La pasión por el ferrocarril une a personas de todas las edades. Forman parte de la Asociación de Amigos de Ferrocarril de Bilbao fundada en 1958 bastantes jóvenes, entre los que se encuentra Javier Castroviejo, quien, con 22 años, actúa como secretario de la organización y a su vez, gestiona las redes sociales de la misma. Su amor por los ferrocarriles comenzó desde bien pequeño, cuando apenas tenía uso de memoria. “No recuerdo otra cosa que no sea que me gusten los trenes”, contó el joven. Sin familiares cercanos que le hayan generado esa afición por este medio de transporte, se enamoró de ellos, incluso sin haberlos vivido en sus propias carnes, como es el caso de Azulito. “Es muy curioso poder conocer la forma en la que funcionaba el transporte urbano en Bilbao cuando no vivía”, señaló el joven secretario de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de 22 años.

En la actualidad, las rutas que realizan diariamente los transportes públicos tienen establecidas paradas en las que los usuarios pueden subirse al autobús o bajarse de este. “Era un sistema de transporte muy curioso, una especie de taxi colectivo, tenía un recorrido fijo pero tu elegías donde te subías y donde te bajabas”, añadió Javier Castroviejo. Ante un posible retorno del servicio que ofrecía Azulito entre 1963 y 1989 Javier lo ve posible con la implantación de autobuses eléctricos a la demanda. “El transporte a la demanda es un tema muy interesante para los barrios más alejados”, argumentó Javier.

Todo medio de transporte necesita a un conductor que haga funcionar la maquinaria. José Félix Artetxe fue el encargado de manejar el medio de transporte público que estuvo en funcionamiento durante 26 años el día previo a la presentación del libro Mis recuerdos del Azulito, el cual se presentará esta misma tarde a las 19.30 horas en la biblioteca de Bidebarrieta. José Félix solía viajar desde Abando a Deusto porque “iba una chica en él, por mi iría andando”. Confesó que para él el hecho de conducir Azulito “es un orgullo porque sales a la calle y te das cuenta del aprecio que le tiene la gente”.

A su paso por las calles de la capital vizcaina, Azulito atraía la mirada de todas las personas que se cruzaba a su paso, incluso extranjeros o personas que por edad no han visto circular a Azulito, lo fotografían. “Me gusta salir con Azulito porque parece que has visto un ovni”, explicó José Félix Artetxe.

Presentación del libro

Mis recuerdos de Azulito se presentará mañana, 15 de octubre en la biblioteca de Bidebarrieta. La creación del libro es una contribución más a la cimentación del imaginario colectivo, en el que se sustenta el sentimiento de pertenencia en sus 26 años de funcionamiento. 

Trata de una publicación del prolijo trabajo de recopilación promovido por la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Bilbao. En el total de las 240 páginas, en las que se incluyen 93 fotografías, junto a los numerosos testimonios recibidos, las aportaciones de diferentes personalidades y una recapitulación historiográfica sobre el taxi colectivo convertido en icono de Bilbao que además fue pionero en la incorporación de las mujeres a la conducción de los transportes públicos, como lo fueron Mari Carmen Méndez, Pili Blanco, María Eugenia Ramos, Inés Narganes, Julia Diez, Maite Villamor y María José Navas.