Tamara Borja está a punto de terminar un grado superior de Animación Sociocultural. El próximo curso irá a la universidad, aunque todavía no sabe si decantarse por Trabajo Social o Educación Social. Lo que sí tiene claro es que quiere ser un ejemplo para otros jóvenes gitanos, “para que vean que ellos también pueden estudiar”, explica.

Tamara hace prácticas actualmente en la asociación Kale Dor Kayiko y este viernes estaba al frente del juego Memory, en el que los asistentes a la celebración del Día Internacional del Pueblo Gitano podían conocer ilustres miembros de esta comunidad. “Los niños pueden encontrar aquí referentes e inspiración de personas que también pertenecen a su propia comunidad. Y no solamente las que son gitanas, también las que no lo son”, animaba. “Hay muchos personajes famosos que son gitanos pero no se suele hablar de ello, no se les da visibilidad como personas gitanas”.

Tamara se muestra orgullosa de sus raíces y por eso optó por Kale Dor Kayiko para realizar sus prácticas. “Las he hecho aquí porque es una asociación que pertenece a mi comunidad. ¿Qué mejor que trabajar para tu comunidad?”, razona con una sonrisa. Sabe que puede ser un referente para las nuevas generaciones, que vean que también ellos pueden estudiar en la universidad, como hará ella el próximo curso, aunque todavía no ha podido decantarse entre Trabajo Social, “que me gusta más por las asignaturas”, o Educación Social, “que en principio parece un trabajo más de calle, de contacto con las personas. Antes lo tenía claro pero ya no...”, se sonroja entre risas. “Los miércoles estoy en el colegio de Elejabarri por las tardes. Muchos jóvenes se sorprenden porque ven que soy una persona gitana y estoy ahí ayudándoles... Todavía hay muchos que no conciben que ellos también pueden estudiar y ser abogados, médicos o lo que quieran ser. Me gusta ser ese referente para que vean que sí que se puede”.

Lo que sí tiene claro es que quiere seguir estudiando y licenciarse; algo que, aunque pueda chocar, no ven entre sus proyectos de futuro muchos niños y jóvenes gitanos. “Sigue pasando, pese a que tenemos el referente por ejemplo de Violeta, que este año se convertirá en la primera chica que ha terminado Derecho y es campeona de España de taekwondo. Todavía existe la creencia de que las personas gitanas no son capaces. Es importante darles visibilidad para que los pequeños vean que se puede”, reconoce.

Lo dice por experiencia; ella también tuvo que romper ese techo de cristal que se había autoimpuesto. “Me ha costado mucho mentalizarme y creerme capaz de poder hacerlo”, recuerda. “Estudié en el instituto hasta segundo de la ESO y como pensaba que iba a poder seguir decidí hacer una FP básica. Desde ahí me fui poniendo metas pequeñas; saqué la FP, luego el grado medio, estoy a punto de terminar el grado superior y ahora quiero ir a la universidad”, resume, orgullosa. “Una vez que te mentalizas puedes con todo. Pero cuesta, porque en tu comunidad no ves abogados, médicos... De ahí la importancia de tener referentes”.