Cuidar la alimentación es el primer paso para gozar de una buena salud, tanto física como mental, así como para presentar un buen aspecto general. Se suele decir que "somos lo que comemos", expresión que sirve para mostrar la repercusión que los alimentos que ingerimos tienen en nuestro organismo, tanto por dentro como por fuera.

Así, mientras una dieta saludable nos aportará numerosos beneficios y estos se reflejarán también en la piel, que lucirá luminosa, hidratada, tersa y suave, una alimentación hipercalórica, pobre en antioxidantes y rica en grasas y aditivos contribuirá a que nuestro rostro presente un aspecto envejecido con la aparición prematura de arrugas.

A continuación te mostramos diez alimentos que tal vez consumes a diario y que pueden ser los responsables de que la piel de tu rostro no luzca tan bonita como debería. Estos son:

1- Patatas fritas. Los alimentos ricos en almidón como las patatas favorecen el envejecimiento de la piel si se cocinan a más de 120 ºC. Si además les ponemos mucha sal, nos perjudicarán por partida doble.

2- Sal. Tomar mucha sal sube la tensión arterial y reduce la producción de colágeno, produciendo así un envejecimiento prematuro de la piel. Ojeras, sequedad, arrugas marcadas y bolsas en los ojos son algunas de las consecuencias de un consumo excesivo de sal.

3- Azúcar. El exceso de azúcar en sangre, además de favorecer enfermedades como la obesidad, la diabetes tipo 2 o el cáncer, tiene un efecto muy dañino sobre el colágeno y la elastina. Las células mueren rápidamente, se reduce la elasticidad de la piel y se acelera el envejecimiento.

Gominolas de vistosos colores que son una 'bomba' de azúcar.

4- Café. La deshidratación que causa el café se reflejará directamente en una menor tonificación y elasticidad de la piel.

5- Alcohol. El alcohol hace que la piel se deshidrate rápidamente, se seque y aparezcan arrugas de forma prematura.

6- Picante. La capsaicina que contiene el picante dilata los vasos sanguíneos y favorece su ruptura, de forma que la piel pierde elasticidad, tonificación y su color natural. Al irritar la piel, puede causar además rubor y enrojecimiento.

7- Grasas trans. Son el tipo de grasa alimentaria más perjudicial y están presentes en las comidas procesadas, las cuales aportan calorías vacías y pueden causar obstrucciones en las arterias. Un consumo excesivo de estas grasas afecta al colágeno, lo que hace que la piel pierda firmeza y aparezcan arrugas.

8- Carnes rojas. Los expertos recomiendan limitar su consumo a dos veces por semana, ya que su alto contenido en carnitina (presente en su proteína) puede endurecer los capilares y producir envejecimiento cutáneo prematuro.

Dos piezas de solomillo listas para ser cocinadas.

9- Conservantes. Alimentos envasados, precocinados, ultracongelados o conservas suelen contener sulfitos, un componente químico que se utiliza como aditivo para su conservación. Ingerido en exceso, afecta a los vasos sanguíneos, sobre todo a las ramificaciones que llegan a la piel, y hacen que esta pierda elasticidad y presente arrugas prematuras.

10- Hidratos refinados. Los carbohidratos simples tienen un índice glucémico alto lo que puede causar inflamación y deteriorar el colágeno. Esto perjudicará a los huesos, a los músculos y a la elasticidad de la piel.

Está claro que la relación entre lo que comemos y el aspecto de nuestra piel no es solo un mito sino una realidad, así que préstale atención y empieza por regalarte el mejor de los cosméticos: una buena alimentación.