El Lointek Gernika se aferra a sus opciones de jugar el play-off hasta la última jornada, aunque sigue sin depender de sí mismo. Ayer cumplió con su parte del trabajo con una victoria trabajada ante el Celta de Vigo en un partido en el que fue de menos a más. Las gernikarras querían despedirse, por si acaso, de su público de Maloste con un triunfo, pero el Celta, que se jugaba mucho, arrancó el partido con más tensión y con canastas sencillas marcó un parcial de 0-8 que obligó a Lucas Fernández a pedir un tiempo muerto. No mejoraron mucho las cosas ya que las gallegas se fueron hasta un 6-17 y no fue hasta que apareció el banquillo granate para elevar el nivel de actividad. Siete puntos de Sara Madera en su primera rotación cambiaron el signo del duelo, en el que ya la defensa local empezaba a hacerse notar.

Una canasta de Stephanie Watts dio la primera ventaja al equipo gernikarra (29-28) e hizo aflorar cierto nerviosismo en el Celta, cuyos porcentajes de tiro habían caído en picado. No obstante, las pérdidas de balón impidieron al Lointek Gernika lograr una ventaja algo superior al descanso. Sin embargo, las locales ya habían encontrado la llave del partido y con un parcial de 9-2, basado a falta de nuevo de acierto desde la larga distancia, en el dominio del rebote y en el ritmo en las transiciones, abrieron una brecha de ocho puntos (43-35) mediado el tercer cuarto que les permitió contener todos los intentos de reacción de su rival.

El último de ellos llegó con un parcial de 0-8 después de que las granates cogieran su máxima ventaja (57-47). El Celta encontró dos triples de Aguilar y otro de Senosiain para meterse de nuevo en el partido y apurar sus posibilidades de lograr una victoria que podía valer la permanencia. El Lointek Gernika cometió algunos errores, pero su defensa se mantuvo firme y un triple de Itzi Ariztimuño fue definitivo ya que puso el 66-60 a dos minutos y medio del final. Las gallegas, pese a lucharlo, se quedaron sin tiempo y Watts remató desde los 6,75 metros para romper la racha de cuatro derrotas consecutivas y mantener viva la llama de la esperanza.