Un halo de esperanza se abrió el pasado domingo para el Granada en Los Cármenes, donde el conjunto nazarí, prácticamente desahuciado al igual que el Almería, consiguió tumbar al Alavés para creer en el milagro de la permanencia. Penúltimo a once puntos de la salvación que marca el Celta como decimoséptimo clasificado, el cuadro andaluz firmó su tercera victoria de la temporada frente a los babazorros en un encuentro en el que demostró estar en condiciones de complicar la existencia a cualquier rival. 2-0 se impuso al Alavés un aplicado Granada que visita mañana al Athletic sin margen para el error si quiere opositar realmente a una permanencia que sigue viendo demasiado lejos.

Obligados a sumar de tres en tres en cada compromiso al quedar solo veintiún puntos en juego, los nazaríes posarán en San Mamés con la victoria como único objetivo. Apostará para ello José Ramón Sandoval, el tercer entrenador del Granada en el transcurso de la temporada tras los fallidos proyectos de Paco López y Alexander Medina, por un planteamiento ofensivo a sabiendas de que todo lo que no sea ganar en Bilbao, empate incluido, significaría decir adiós a un sueño que la entidad andaluza quiere mantener vivo el máximo tiempo posible.

“Los jugadores tienen que seguir creyendo. La mentalidad debe ser que no tenemos nada que perder y tenemos que ser valientes”, subrayó tras el triunfo ante el Alavés Sandoval, quien reconoció asimismo que “yo echo los números por dentro, pero a mi equipo le digo que el partido es el del Athletic”. El técnico madrileño, que asumió las riendas del equipo nazarí el 19 de marzo, busca la que sería su segunda proeza como entrenador del Granada, pues en su primera etapa como preparador rojiblanco, en la campaña 2014-15, condujo contra todo pronóstico a los nazaríes hasta la permanencia tras sumar tres victorias y un empate en las cuatro últimas jornadas.

Si bien la situación actual se antoja aún más delicada, el conjunto andaluz se niega a tirar la toalla antes de tiempo y apurará sus opciones en San Mamés, donde aterrizará con un viejo conocido como Lucas Boyé como principal amenaza ofensiva. El delantero argentino, que volvió a ver portería contra el Alavés seis meses y medio después de su último tanto, se ha medido en ocho ocasiones al Athletic y le ha hecho dos goles, ambos con el Elche y para dar sendas victorias a su equipo. La primera diana la firmó en el Martínez Valero en la última jornada del curso 2020-21, mientras que la segunda llegó en la penúltima cita del pasado ejercicio en San Mamés.

Con el Athletic metido de lleno en la pelea por Europa, Boyé marcó el único gol de un partido en el que el Elche, descendido varias jornadas atrás, incendió La Catedral, que despidió con una sonora pitada a los hombres de Ernesto Valverde. Se erigió así Boye en verdugo del conjunto rojiblanco, que once meses después vuelve a recibir la visita de un ariete que en palabras de su actual entrenador “es un animal en todos los aspectos y también un osito para llevártelo a casa y abrazarle”.

EL AVISO

Pendiente de su figura y preparados para fajarse en el cuerpo a cuerpo deberán estar los centrales rojiblancos, que consiguieron alejar del gol a Boyé en el choque correspondiente a la primera vuelta de la presente edición liguera. El resultado, sin embargo, no fue el deseado por el Athletic, que vio cómo el Granada lograba sumar un punto en un partido que tuvo que aplazarse hasta el día siguiente por el fallecimiento de un socio del club nazarí en las gradas del estadio el pasado 10 de diciembre.

Iñaki Williams adelantó a los leones y un gol de Iñigo Ruiz de Galarreta en propia puerta tras la reanudación puso el definitivo 1-1 en el marcador. Consiguió entonces el Granada uno de los ocho empates que colecciona en una liga en la que solo ha sido capaz de derrotar a Mallorca (3-2), Cádiz (2-0) y Alavés (2-0). Sin victorias fuera de casa, los nazaríes acumulan dos empates y trece tropiezos lejos de su estadio siendo el segundo equipo más goleado del campeonato con 60 tantos en contra en 31 jornadas. Solo el Almería, colista con tres puntos menos en la clasificación, ha encajado más al figurar con 62 goles recibidos, talón de Aquiles de un Granada cuyas opciones de creer en el milagro pasan por ganar en San Mamés.

Los antecedentes

Joaquín Caparrós, último verdugo

0-1 en 2014. El Granada, obligado a ganar mañana en su agónica visita a San Mamés para mantener vivo el sueño de la permanencia, no vence en La Catedral desde la temporada 2014-15. En la cuarta jornada y bajo las órdenes de Joaquín Caparrós logró imponerse el conjunto nazarí en Bilbao gracias a un solitario gol de Jhon Córdoba en el minuto 39. Los leones, con Ernesto Valverde en el banquillo, fueron incapaces de hincar el diente a un equipo que no ha vuelto a ganar al Athletic a domicilio desde entonces, si bien colecciona ese triunfo y dos empates en sus seis últimas apariciones en liga en la capital vizcaina. En tablas, sin ir más lejos, finalizó en noviembre de 2021 el último enfrentamiento entre ambos equipos en San Mamés, donde el Athletic no pudo pasar de un amargo 2-2. En total, no obstante, son 20 victorias, 3 empates y 3 derrotas las que suma el cuadro rojiblanco en sus 26 encuentros como local ante el Granada, que presenta un desfavorable balance de 16 goles a favor y 51 en contra en sus apariciones en Bilbao en el campeonato de la regularidad.