La alineación tipo del Athletic en la primera mitad de la temporada no es exactamente igual a la que saldría de haber estado siempre disponibles todos los integrantes de la plantilla. Las lesiones han impedido que Ernesto Valverde repitiese equipo en más ocasiones. No obstante, la apuesta del técnico es cristalina, no constituye ningún secreto. Hay una docena de hombres que o han rebasado el millar de minutos de competición (liga y Copa), varios de forma muy holgada, o se hallan muy cerca de dicho registro. El resto aparece a una distancia considerable.

Los titulares son: Unai Simón, De Marcos, Vivian, Paredes, Lekue, Galarreta, Vesga, Iñaki Williams, Sancet, Nico Williams y Guruzeta. En condiciones normales, Yeray y Yuri ocuparían las demarcaciones que corresponden a Paredes y Lekue. El caso del lateral no entra en el apartado de sorpresas, pues en años recientes ya disfrutó de un protagonismo similar, pero lo del central, además de novedad, es algo imprevisto.

En pretemporada se pudo apreciar que Yeray no estaba en plenitud. Operado en el tramo final de la campaña anterior, casi no intervino en los amistosos, volvió a hacerse daño y quedó descartado para el comienzo de la competición. Al no haber en la plantilla más centrales específicos que Paredes y Vivian, la elección caía por su peso. Ambos tuvieron que asumir la responsabilidad, a la espera de que el más experimentado estuviese apto, lo que aún no ha sucedido.

Yeray reapareció en la quinta jornada, suplió a Paredes frente al Cádiz, a media hora para la conclusión. Este cambio se repitió en los dos compromisos siguientes, Alavés y Getafe. Estrenó titularidad en Anoeta, aguantó el derbi entero. En la siguiente cita, ante el Almería, en el octavo minuto dejó su sitio a Paredes y hasta hoy. Yeray ingresó de nuevo en el quirófano a mediados de octubre y el servicio médico calculó que la rehabilitación se alargaría dos o tres meses. Lleva un tiempo ejercitándose con el grupo, intensificará el trabajo en el parón navideño y más pronto que tarde contará para Valverde.

En este contexto, mediatizado asimismo por el cambio de aires de Iñigo Martínez, Paredes ha formado una combinación estable con Vivian. Les ha tocado jugarlo prácticamente todo, una realidad que pese a su carácter circunstancial ha funcionado. Lógicamente, su rendimiento no admite comparación con la sensación de seguridad y autoridad que transmitía la pareja Yeray-Iñigo, entre las mejores de la categoría. Pero al entrenador no le ha quedado otra. A la fuerza ahorcan.

Vivian atesoraba cierta experiencia, su aparición en el equipo en la campaña 21-22 suscitó el reconocimiento general y ha mantenido un nivel sostenido en los casi cien encuentros oficiales que suma. Jugar al lado de tipos curtidos le benefició, él asumió el rol de meritorio centrándose en las tareas destructivas, consciente de la exigencia que plantea actuar en la élite.

No puede decirse lo mismo de Paredes, quien antes de verano, en su primer curso el equipo, se limitó a ejercer de recurso de urgencia. Las bajas de los compañeros de demarcación le permitieron intervenir en 17 citas, para acumular un total de 876 minutos, pero fue en el último tramo del calendario cuando jugó con asiduidad. De sus nueve titularidades, seis correspondieron a las jornadas que cerraron la liga. Siempre junto a Vivian, en lo que sería una especie de anticipo de lo que le reservaba la temporada vigente.

Uno más en el once titular

El recorrido del defensa vizcaino en el Athletic viene marcado por la excepcionalidad. A este respecto, resulta ilustrativo que se estrenase como titular en la liga el día que el Real Madrid visitaba San Mamés. De esto se cumple un año en enero. En condiciones normales, hoy Paredes sería el central suplente, el recambio, pero los problemas de Yeray le han aupado en el escalafón y de ello se ha valido para casi duplicar (1.427 minutos) sus estadísticas del año anterior.

Lógicamente, ha acusado el trajín que implica meterse 18 partidos entre pecho y espalda, 16 como titular. Él mismo admitió en agosto que le costaba aguantar el partido entero, aunque también declaró entonces que con tres centrales bastaba para afrontar el curso, si estaban disponibles, matizó. Justo lo que no ha sucedido, por lo que Paredes se ha visto inmerso en un cursillo acelerado de adaptación que ha aflorado algunas deficiencias. Una muestra: varias de las cuatro tarjetas que le han enseñado eran absolutamente evitables. No es menos cierto que ha aprendido a gestionar este tema, pues enlaza siete jornadas sin ser amonestado.

Los errores de cálculo, colocación o salida de la pelota, son parte del aprendizaje de Aitor Paredes, más llevadero gracias al contacto permanente con la competición y, sobre todo, a la marcha del equipo. Sin olvidar el factor corrector que supone la aportación de Unai Simón.

La cifra

1.427

Son los minutos de LaLiga que lleva disputados Aitor Paredes en el presente curso. El central de Arrigorriaga ha tomado parte en 18 partidos del campeonato de la regularidad, 16 de ellos en el once titular. No ha participado todavía en la Copa, torneo en el que el Athletic ha jugado dos rondas.