La celebración del Mundial a finales de otoño para evitar las altísimas temperaturas del verano catarí provocó un largo e inédito parón en la competición, con permiso de la pandemia del coronavirus, que dio para varios debates antes del inicio de la temporada. Había dudas lógicas por la condición en la que retomarían el día a día los equipos, pues nunca antes habían tenido que lidiar con una circunstancia similar. Cierto es que la Bundesliga para un puñado de semanas cada invierno para evitar las copiosas nevadas acostumbran a cubrir Alemania de un manto blanco, pero el resto de ligas siguen con su proceder habitual en el periodo invernal. Se especuló con que serían los equipos con más futbolistas citados para la Copa del Mundo quienes más dificultades encontrarían a la hora de reencontrarse con la competición, pero como el análisis resultaría muy complejo, vale más centrarse en lo más cercano. Y eso es que el Athletic se encuentra en una dinámica preocupante en lo que a la liga se refiere desde la finalización del Mundial.

El conjunto que dirige Ernesto Valverde es el segundo peor equipo del campeonato de la regularidad. Los números no engañan. De hecho, únicamente ha sumado nueve puntos sobre los 33 que se han puesto en juego en las once jornadas disputadas desde que la cita mundialista coronó a la Argentina de Leo Messi. Un pobre bagaje que únicamente empeora el Valencia, que solo ha logrado siete puntos y es el peor conjunto de LaLiga en el tramo analizado. En su causa, el Athletic no está solo, pues le acompañan con el mismo número de puntos el Elche y el Almería, los equipos que cierran la tabla clasificatoria. El Valencia, por su parte, salió de los puestos de descenso gracias a su victoria ante Osasuna, pero no es más que el cuarto por la cola.

El excelente arranque del curso llevó la ilusión a la grada. No era para menos. El Athletic llegó al parón por el Mundial en cuarta posición, empatado a puntos con el quinto y el sexto, Atlético de Madrid y Betis, respectivamente, y solo dos por detrás de una Real Sociedad que era tercera y que lleva muchos meses anclada en puestos de Champions. Un poco más abajo, en la novena posición, figuraba un Villarreal que firmó un irregular inicio de temporada, agravado por la salida de Unai Emery al Aston Villa y la posterior llegada de Quique Setién, que estaba a tres puntos del Athletic. Ahora, el conjunto castellonense marca desde el sexto puesto el límite de las posiciones europeas -habrá que aguardar a lo que suceda en la final de Copa para saber si el séptimo logra plaza continental- con cinco puntos de ventaja sobre los rojiblancos. En solo once jornadas, el submarino amarillo ha sumado ocho puntos más que el Athletic.

Finalizada la cita mundialista, los leones retomaron la competición con sendos empates a cero ante Betis y Osasuna. El derbi contra los navarros dejó una sensación extraña porque los bilbainos merecieron ganar claramente, pero nada equiparable a la de las tres derrotas consecutivas, frente a la Real Sociedad, el Real Madrid y el Celta. Especialmente preocupante fue la imagen ofrecida en la segunda mitad en Balaídos, donde no hubo ni amago de reacción. Con algunas dudas, pero el Athletic enlazó dos victorias, contra el Cádiz y el Valencia, antes de dar paso a dos nuevas derrotas, Atlético de Madrid y Girona, un empate ante el Rayo Vallecano y la derrota frente al Barcelona.

Resultados que, al menos, no han alejado del todo al Athletic de los puestos europeos. Cinco puntos son una distancia recortable, pero para ello deberán recuperar la facilidad goleadora previa al Mundial. Si antes de la Copa del Mundo veían puerta en un promedio de 1,7 goles por encuentro, tras él, solo marcan 0,8. Además, también reciben más ahora que antes (1,2 por 1). La dinámica es preocupante, no cabe duda, pero hay tiempo y ante Rayo y Barcelona se atisbaron algunos brotes verdes.