"Desde hoy, la canción ha dejado de pertenecernos a ambos para pasar a ser propiedad de las txupineras y del pueblo". Esta ha sido el primer pensamiento que han trasladado Xabi Aburruzaga e Iñaki Aurrekoetxea, padres de la más reciente incorporación al cancionero de Aste Nagusia. Y es que hoy por primera vez esta melodía ha inundado El Arenal durante el clásico homenaje que conmemora el papel de la txupinera y que rinde honor a las distintas mujeres que han tomado este rol a lo largo de los años. Ellas, consolidadas como símbolo de la fiesta con el transcurso del tiempo, al igual que Marijaia o la pregonera, todavía no tenían su propia canción; algo en lo que Aburruzaga y Aurrekoetxea, junto con un equipo de casi 20 músicos, han estado trabajando desde el año 2019.
Desde el Ayuntamiento, por petición inicialmente popular, se les encargó dar forma a la tan reciente creación. El primer paso estaba claro, Iñaki tenía que hablar con las distintas txupineras sobre sus experiencias. "El primer boceto fue rápido, en un par de meses ya teníamos el estribillo, y aunque el COVID nos impidió presentarla en 2020, nos sirvió para continuar componiendo y mejorar", explica Aburruzaga. Y es que, aunque la canción pasará a formar parte de las clásicas melodías que suenan durante Aste Nagusia, lo cierto es que de tradicional, tiene poco. Aburruzaga ha explicado a DEIA que, "de manera excepcional" ha incorporado elementos modernos a la pieza. Él proviene de la música estilo folk, caracterizada por instrumentos acústicos, los cuales tampoco ha excluido de su creación. ¿Su objetivo? Hacer música "más moderna" teniendo en cuenta a las nuevas generaciones a fin de lograr que la canción "tenga un carácter popular, plural, novedoso".
Novedad y equilibrio
En esta ocasión, elementos como los sintetizadores o la música electrónica, combinados con otros elementos como el rap de La Basu o la voz de la soprano Miren de Miguel dan como resultado "una mezcla equilibrada y sin ser recargada", tal y como ha expresado el letrista, Iñaki Aurrekoetxea, a este diario. Y es que, aunque ambos están entusiasmados con el resultado y su acogida, Xabi admite que la parte "más costosa" fue introducir estos elementos, que fuesen armónicos y comprender "que no estaba creando una pieza para él". Tal y como ambos han expresado, la idea de hacer una melodía tan innovadora es "lograr que todo el mundo la haga suya". El letrista tenía la meta clara a la hora de escribir: "El mensaje es para ellas, para todo aquel que se sienta identificado con Aste Nagusia".
De hecho, como se comentaba al principio, las mujeres han tenido un papel fundamental en el proceso creativo: Por un lado, las txupineras transmitiendo sus emociones y sus recuerdos, por otro, todas aquellas mujeres como la vocalista de Zea Mays y pregonera de este año, Aiora Rentería, la rapera La Basu o María Ribero entre otras, aparte de las voces, pusieron su granito de arena. "Nosotros no queremos el mérito porque ha sido un trabajo colectivo, el equipo no solo ha aportado mucho más de lo que se pedía, sino que encima transmitían ideas, sus mejoras... Al igual que una flor, es algo que ha ido germinando", aclaraban los autores.
En definitiva, para todo el equipo que se esconde tras ella, realizar este trabajo "ha sido todo un honor", sobre todo por contribuir al cancionero de estas fiestas. "Como músico, ver que miles de personas están escuchando una pieza tuya es el mayor premio que hay", admitía Xabi emocionado. Aunque, por su parte, Iñaki lo tenía más que claro, a ellos les ha parecido "muy satisfactoria" la acogida que ha tenido hoy la canción entre los bilbainos, pero lo más importante "es que les guste a las txupineras".
Las musas de la canción
Evidentemente, la pieza no hubiera sido posible sin que Iñaki se citase con las txupineras para recoger sus testimonios. Año tras año, el papel de la txupinera adquiere importancia y se va perpetuando su importancia dentro de Aste Nagusia. "Como txupinera, tienes más agenda que un ministro", comenta Aratz Irazabal sonriente, txupinera en el año 2010. Aratz recuerda que su papel como txupinera fue ajetreado: Entregas de premios, acudir a homenajes, visitas a residencias y hospitales... Actividad la cual recuerda con mucho cariño. Pero, pese al estrés del ir y venir de los actos, para ella, ser txupinera se define en una palabra: emoción. "Para mí lanzar el txupin fue más especial de lo normal porque no solo me impresionó ver a toda la plaza gritando mi nombre, sino que ese mismo año, falleció mi aita", rememora conmovida. Aunque ella es de las txupineras más recientes, admite que las txupineras más veteranas "les dan mil vueltas".
Ejemplo de ello es Nerea Ahedo, txupinera en el año 1993 y procedente de la ya desaparecida comparsa Adiskideak. "Yo fui la primera txupinera en tener una agenda digamos oficial, al final el papel que interpretamos ha ido cobrando importancia a lo largo de los años; todo ha cambiado en gran medida", comenta. Cuando a ella le tocó serlo, incluso los emplazamientos era distinto. En su caso, dio el txupin se lanzó desde el balcón del Ayuntamiento, habiendo surcado previamente toda la ría desde Santurtzi a Bilbao acompañada por barcos con todas las comparsas. Pero, para ella "si existe cambio, es porque existe relevo generacional", y es que para Nerea, ver a las txupineras más jóvenes año tras año "con la misma ilusión" y adquiriendo cada vez más relevancia, son factores clave para que definitivamente el papel de la txupinera "sea símbolo de Aste Nagusia", y así quizás, liberar de tantas responsabilidades a la indiscutible reina Marijaia.
