El Estado español ocupa el primer puesto europeo en la pesca del atún y el segundo mundial en sus conservas, con empresas armadoras que faenan en los principales océanos y venden en fresco o en lata en todo el planeta, sometidas a una fuerte competencia, sobre todo procedente de Asia.

El atún genera un 20% del valor económico-productivo de la pesca mundial y España es el segundo fabricante de latas (superado por Tailandia), mientras que en la exportación general atunera se disputa la segunda plaza con Ecuador –donde también hay presencia de capital proveniente del Estado español–, según datos de la ONU. Pero al hablar de la flota estatal, la más importante de Europa, hay que distinguir entre especies: el atún rojo del Mediterráneo y del Atlántico oriental, que se vende en fresco; el bonito del norte, y los atunes tropicales (como rabil, patudo o listado) destinados a las conserveras.

Cuota compartida

Si bien en el caso del atún rojo la cuota española es compartida por almadrabas, barcos artesanales y la flota de cerco, dos armadoras del Mediterráneo de esta última categoría destacan por su capacidad industrial y su exportación.

Estos son los grandes actores del atún español y sus cifras, facilitadas a la agencia Efe por las respectivas empresas de esta importante industria alimentaria.

La flota de atún tropical

Los barcos del atún tropical –con base en Galicia o en el País Vasco– operan en el océano Atlántico, en el Índico y en el Pacífico y en puertos de África y de América.

España y Francia capturan el diez por ciento de la pesca global de atunes tropicales, según la organización de atuneros Opagac, que agrupa a 47 cerqueros, y nueve empresas armadoras que extraen 280.000 toneladas anuales; entre sus asociados, facturan más Bolton (Isabel), Nauterra (Calvo) y Albacora (Salica y Campos).

Albacora, de Bermeo tiene 17 atuneros –aparte de los barcos de apoyo– que destacan por operar en los tres océanos; cuenta con 25 sociedades y con divisiones conserveras, en España y en Ecuador.

El grupo genera 3.000 empleos directos y 10.000 indirectos y facturó 500 millones en 2023, un año positivo para la firma, según declaraciones de su consejero delegado, Alfonso Beitia, a Efe.

Beitia subraya que para e sector la concurrencia global es cada vez más dura, en un “mercado sin ley”, porque flotas de países de Asia, como China, compiten en desigualdad de condiciones laborales y ambientales y luego sus latas llegan a los estantes de la Unión Europea.

Nauterra (Calvo, Nostromo y Gomes da Costa), con sede en Carballo (Coruña) tiene diez barcos atuneros, dos mercantes y dos de apoyo; unos 5.000 empleados y fábricas en España, El Salvador y Brasil y oficinas comerciales, además en Italia, Costa Rica, Guatemala y Argentina.

En 2022 facturó 678 millones; sus productos se venden en 65 países, con Brasil, España, Italia, Centroamérica y Argentina como primeros destinos.

Conserveras con barco

La patronal de conserveras Anfaco, que agrupa a unas 260 empresas, cifra en un 10 % las firmas de este sector con flota propia o asociada.

Es el caso de Jealsa, con sede en Boiro (Coruña) y líder en conservas, con una facturación global de 775 millones, de las que un 78 % procede de la transformación atunera; cuenta con dos barcos que abastecen a la propia industria.

Jealsa, también accionista de Albacora, tiene fábricas en España, Guatemala, Chile y Brasil.

Atún rojo mediterráneo

Ricardo Fuentes e Hijos, de Cartagena (Murcia) y Balfegó, con base en LAmettla de Mar (Tarragona) son las grandes armadoras de cerco del atún rojo del Mediterráneo.

La murciana Ricardo Fuentes e Hijos factura 378 millones anuales (datos de 2022) y genera más de 900 empleos directos; su marca Fuentes el Atún Rojo está presente en cuarenta naciones, y tiene a Japón, cuya población es un gran consumidor de conservas y pescado en general, como principal cliente.

Su flota consta de tres barcos, y un cuarto ultracongelador en proyecto; más del 85 % de su producción, en torno a 18.000 toneladas, va destinada a la exportación.

Aunque Japón es su principal cliente, pero tiene otros mercados importantes como China, Estados Unidos o el propio europeo.

Incertidumbre y preocupación

Por su parte, Balfegó facturó en 2023 unos 86 millones y generó 300 empleos directos, exporta en fresco a 42 países y tiene como principales mercados Estados Unidos, Japón, Corea, España y China; contará con 10 barcos europeos como proveedores y contratrará a 23 embarcaciones para la campaña.

Ambas empresas confían en que la nueva campaña del atún rojo, que empezará en apenas un mes, sea buena debido al buen estado de esta especie.

En cuanto a la situación del mercado, “siempre es incierta, es un producto que compite”, añaden desde Ricardo Fuentes, que ven “con preocupación”, al “freno de la acuicultura en Europa” respecto a otros continentes como el asiático, situación que compara con la desigualdad de la que se quejan los agricultores.