Tras la jornada electoral de este domingo, echa a andar en Euskadi el calendario para comenzar la XIII legislatura. Al contrario de lo que sucede en la mayoría de las cámaras del Estado, el reglamento del Parlamento Vasco no establece un plazo máximo para investir al lehendakari, pero si echamos la vista atrás en los últimos cuarenta años se ha empleado una media de dos meses para llegar a acuerdos y formar gobiernos.

Verificación del recuento

 El primer paso será contar con un recuento definitivo. Los datos actuales solo reflejan los votos depositados en las urnas y el voto por Correos. Ahora las Juntas Electorales deben verificar el recuento y el proceso comenzará en cinco días. Este cómputo incluirá también el voto CERA, el voto de los vascos que viven de forma permanente en el extranjero, y el ERTA, el de los ciudadanos que residen fuera de Euskadi de forma temporal.  El resultado se conocerá a mucho tardar el 30 de abril, y se abrirá un plazo para que se puedan presentar alegaciones. La Junta Electoral deberá publicar el reparto de escaños definitivo antes del 11 de mayo quedando proclamados los nuevos parlamentarios.

 

Inicio de las negociaciones

En ese momento termina la competencia de la Junta Electoral y el siguiente paso será que los parlamentarios electos se registren en el Parlamento Vasco para lo que no existe un plazo de tiempo. Tras la proclamación de los parlamentarios las formaciones políticas suelen iniciar sus negociaciones con otros grupos, al menos de forma oficial, bien para formar un gobierno de coalición o para recabar apoyos para la investidura del lehendakari.

 Cualquier grupo, cuente con los parlamentarios que cuente, puede presentar a su candidato a la investidura, un trámite que superará si obtiene la mayoría absoluta que en el Parlamento vasco está fijada en los 38 escaños. Con el recuento provisional tras la noche electoral, PNV y PSE superan por un representante esa barrera por lo que la opción más probable es que ambos reediten el gobierno de coalición que han mantenido las dos últimas legislaturas en el Ejecutivo vasco, y un modelo por el que también han optado en otras instituciones vascas como en las diputaciones forales o en diferentes ayuntamientos.

Sin embargo, la negociación no va a ser fácil porque después de su buen resultado electoral, los socialistas vascos ya han advertido de que serán más exigentes con el acuerdo de gobierno y de que demandarán tener más representación en el futuro ejecutivo al haber logrado dos escaños más que en los comicios de 2020. En el Gobierno vasco actual el PNV dirige ocho departamentos, nueve si se incluye Lehendakaritza, mientras que el PSE está a cargo de tres e Idoia Mendia es vicelehendakari segunda. la incógnita pasa por saber qué departamento reclaman dirigir los socialistas después de que esta legislatura se hayan hecho cargo de las áreas de Turismo, Comercio y Consumo; de Trabajo y Empleo, así como de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes.

Hay varias carteras que el PNV considera "troncales" y sería muy raro que renunciase a ellas, como Hacienda, la de Desarrollo Económico -lo que era Industria- o la de Seguridad, de la que depende la Ertzaintza.

Pleno de constitución

Pero antes de cualquier sesión de investidura el Parlamento vasco debe constituirse. Para que este proceso se inicie deberá haberse acreditado a menos un tercio del total de representantes. Cuando se han acreditado al menos 25 parlamentarios la Diputación Permanente de la cámara convoca el pleno de constitución del Parlamento en el plazo de 15 días.

 En este pleno se elegirá la Mesa del Parlamento con lo que arrancaría la nueva legislatura. Los grupos también negocian la composición de este órgano y si se sigue el guion previsto la candidata del PNV Bakartxo Tejería volverá a ostentar ese cargo, aunque no sería la primera vez que el socio minoritario preside la mesa de l cámara vasca. El socialista, Jesús Egiguren, ya lo hizo entre 1987 y 1990.

 En el segundo pleno del Parlamento Vasco se aprobaría el dictamen de la Comisión de Incompatibilidades de los parlamentarios con lo que quedaría todo listo para convocar la sesión de investidura.

 

60 días para llegar a un acuerdo

El reglamento marca que si en un plazo de 60 días desde la convocatoria de esta sesión de investidura uno de los candidatos no ha recabado el apoyo necesario de la cámara se repetirían los comicios vascos, algo que sería inédito en Euskadi.  

El reglamento de la Cámara vasca establece otra diferencia notable respecto a la del Congreso español, ya que en el Parlamento de Gasteiz los representantes solo pueden votar a favor de un candidato a ser investido lehendakari o abstenerse. El voto no puede ser negativo.

El proceso para poner en marcha la nueva legislatura es largo, y se prevé que si todo marcha según lo previsto el nuevo lehendakari sea investido en la segunda quincena del mes de junio.

Composición del Gobierno vasco

El último paso será conocer el nombre de los nuevos miembros del Ejecutivo. Previsiblemente, Si Imanol Pradales es investido, como todo parece indicar, optará por una renovación total y por el relevo generacional.