“El fútbol ha matado la afición a los toros, la pelota vasca y el teatro”
Bilbao - Aunque lleve años afincado en Madrid, no es un don nadie ni un cualquiera en Bilbao. No en vano, Antonio Fernández Casado fue, durante veinte años, director de los hotelesErcilla y López de Haro; ha trabajado en Trip Hoteles y High Tech & Petit Palace Hoteles y se ha enfrascado en su última aventura hostelera: aparthotel Serrano Recoletos, donde antaño estuvo el afamado frontón Recoletos de Madrid. Escribe para huir del trabajo, como bálsamo. Ahora reivindica la Euskadi taurina con dos libros, una biografía de Zacarías Lekumberri, “todo un personaje de Baroja” y una guía de las principales plazas de Bizkaia. Y va a presentarlos en Madrid. Con un par.
Usted entró en la escritura por la puerta...
-Del desahogo. Para mí ha sido una manera de desengancharme del trabajo. Me veía, como tantos otros, trabajando los fines de semana y me dije: esto no puede ser, Antonio.
Y buscó un sucedáneo
-He leído bastante y me gustaba escribir, así que opté por esa salida.
Ligándola al mundo de los toros...
-Me entró la afición de chaval. Iba a la plaza portátil que ponían junto al actual puerto de Santurtzi, mi tierra natal. Y me lanzaba a las vaquillas.
¡Menudos revolcones!
-No se crea. Hubo un tiempo en que incluso quise ser torero.
Hace un recorrido por las plazas de toros de Bizkaia... ¿Tantas hubo?
-Bermeo llegó a tener hasta cinco plazas de toros de construcción. Y también las hubo en Gernika, en Durango, Markina... Los toros siempre han tenido su idiosincrasia en esta tierra.
No es extraño, con Franco atándolo todo y bien atado...
-No, no. Hablo también del siglo XIX, de los cuadros de Losada o de un cronista bermeano, Vitoriano de Anasagasti.
¿Qué ha pasado entonces?
-Hasta mediados del siglo XX, los vascos eran aficionados a los toros, la pelota y el teatro. Luego llegó el fútbol y los barrió a todos.
El fútbol y una conciencia que...
-Se habla del maltrato animal, pero hay que ver cómo les matan en el matadero. Lo que duele es que sea algo público pero el toro de lidia solo tiene esa salida. O exhibirlos en el circo, como a los elefantes.
¡Algo de autocrítica!
-¡Toda! La fiesta de los toros no ha sabido adaptarse al ritmo de los tiempos, al espectáculo. Seguro que se puede hacer algo con la música, con la ópera. Y con los vestidos, o con el rejoneo, que tiene mucho público. Si mezclas toros con la ópera Carmen, por ejemplo, seguro que sale algo original.
¿Quién fue Zacarías Lekumberri?
-Todo un personaje barojiano. Hijo de Busturia y marino de oficio. Llegó a Sevilla y se enganchó al toro. Se quedó allí dos o tres años, aprendiendo el oficio.
Nada nuevo
-Era muy alto y fuerte. Fue un extravagante. Era capaz de liarse a bofetadas con un toro. O de derribarlo agarrándole por los cuernos.
No le quieren en Busturia...
-No. Apoyó a Franco para sacar tajada. Era un tipo extraño.
hostelero de oficio y escritor por afición
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