El iX ha irrumpido en el mercado para medirse a candidatos Premium a pilas como el Audi e-tron y el Mercedes-Benz EQC. Despliega a tal efecto un catálogo integrado por tres variantes motrices, asociadas a dos tipos de batería. Todas ellas remiten su rendimiento a las cuatro ruedas con ayuda de transmisión automática.

Obtiene tracción integral coordinando la acción de dos motores, uno por eje. En la interpretación inicial xDrive40 la combinación se asocia al acumulador de 76,6 kWh y depara una potencia equivalente a 326 caballos. Esta versión registra una velocidad punta de 200 km/h e impulsa sus casi dos toneladas y media de 0 a 100 en 6,1 segundos; acredita un promedio de consumo eléctrico de 19,4 a 22,5 kWh/100 km, lo que depara un alcance ideal de 424 kilómetros.

La segunda opción del iX la plantea el xDrive50, cuya doble motorización se vincula a una batería de 111,5 kWh y entrega 523 CV. Esa potencia contrarresta el incremento de peso, permitiendo progresar hasta 100 km/h en 3,6 segundos. Declara un gasto eléctrico ligeramente superior (de 19,8 a 23,0 kWh/100 km) y promete recorrer hasta 630 km (WLTP) con una carga completa.

Los concesionarios de la firma germana aceptan ya pedidos de la variante superior, la M60 con modales más deportivos, que llega en junio. Suministra un máximo de 619 CV, lo que hace de ella la máquina más solvente y ágil fabricada por BMW. Autolimita su velocidad a 250 km/h, pero evidencia su potencial saltando de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos (lo permite la asistencia electrónica a la aceleración del modo 'Launch Control'). Manejado con sosiego, presagia 566 km de autonomía.

Las dos declinaciones superiores pueden recargar la batería en puntos de corriente continua a 200 kW; la versión inicial admite 150 kW. BMW dice que en 35 minutos se repone el 80% del contenido, y que 10 de conexión dan para recorrer más de 100 km. El cargador de serie es compatible con tomas de corriente alterna de hasta 11 kW.