fUE la dama de hierro de las ganaderías, una Margaret Thatcher del toro bravo. Dolores Aguirre Ybarra (Berango, 1935) fue propietaria del hierro con divisa azul y amarilla que lleva su nombre. Adquirió en 1977 la vacada de María Teresa Osborne, de la que había sido propietaria anteriormente Pilar Fernández Cobaleda, hija de Don Atanasio Fernández. Por tanto, la procedencia de la ganadería es lo que en el mundo taurino se conoce como Atanasio puro.

Dolores estudió en los colegios del Sagrado Corazón de Bilbao y Pamplona. Cuando solo contaba veintiún años de edad contrajo matrimonio con el empresario de origen alemán Federico Lipperheide. Su autonomía económica le permitía la libertad de no someterse a la dictadura que pretendían imponerle los empresarios, los apoderados o los veedores de toros. Sus toros no se afeitaban.

En 1979 Dolores compró dos sementales al Conde de la Corte a los que bautizó con los nombres de Alí y Tamarís , este último en honor al dueño de un restaurante de Getxo que fue un defensor incondicional de la ganadera bilbaina. Su debut, el 25 de marzo de 1978, tuvo lugar en la plaza de Málaga (Curro Romero, Paquirri y Manzanares). Desde entonces fue uno de los hierros fijos en los sansidros de Las Ventas, en Francia y en los Sanfermines. Su presentación en Bilbao el mes de agosto de 1987 le desilusionó al perder el triunfo soñado aquel día.

Dolores fue una mujer apasionada que atesoraba virtudes como la sinceridad, honestidad, generosidad y hospitalidad, pues varios fueron los toreros a los que, antes de ser figuras o soñar con ello, se les abrieron las puertas de la ganadería para que tuvieran la oportunidad de entrenar en sus tentaderos.

En 1999 consiguió el trofeo del Club Cocherito al toro más bravo de las Corridas Generales de Bilbao, con el toro Mascarito Fue 2000 un año de grandes satisfacciones pues se hizo acreedora del prestigioso premio que la Junta Administrativa de la plaza de toros de Vista Alegre otorga a la corrida más completa. La ganadería sufrió altibajos durante los primeros años de la década del nuevo siglo pero siguió acudiendo fiel a sus citas incondicionales con Madrid, Pamplona y varias plazas francesas como Vic, Dax y Bayona.

Dolores Aguirre Ybarra falleció el 12 de abril de 2013, en Constantina (Sevilla), víctima de una enfermedad degenerativa. El relevo en la dirección de la ganadería lo tomó su hija, Isabel Lipperheide.