Un accidente múltiple atrapa durante más de ocho horas a miles de conductores en la A-8

Bilbao. Miles de conductores atrapados, y desesperados, en la carretera. Diez vehículos implicados -tres de ellos camiones- en un accidente múltiple y cuatro heridos, al menos no de gravedad, que fueron trasladados al hospital de Cruces. Y horas y horas de interminable espera en el asfalto que pusieron a prueba la paciencia de miles de personas que intentaban llegar a sus destinos. Ese es el balance del siniestro registrado ayer en la autopista A-8, a la altura de Muskiz. El accidente tuvo lugar alrededor de las cuatro de la tarde en la bajada hacia la empresa Petronor -justo antes de llegar al puente- en dirección a Cantabria. Uno de los camiones implicados perdió la carga de brea que transportaba y esta se quedó desparramada por los carriles de bajada, pero también por los de subida en dirección a Bilbao. Los dos carriles hacia Cantabria y dos de los tres hacia Bilbao quedaron totalmente cerrados. La N-634 no presentaba mejores perspectivas, ya que, al cerrarse la autopista, se desvió el tráfico por esta carretera, que, por otro lado, fue incapaz de absorber todo el tráfico que se le echó encima. El colapso.

"Nos hemos tenido que parar en el área de descanso de Ugaldebieta, porque vamos con un niño y ya no podíamos seguir ahí parados. Llevamos más de tres horas en la carretera y no hemos avanzado nada". Habla a DEIA Susana, una de las conductoras afectadas por el accidente, quien describía el local de hostelería de la zona como un "campo de refugiados".

"Los padres están dando de comer a los niños, que están tremendamente cansados. Y nosotros no podemos hacer otra cosa que esperar", relataba la mujer. Cuando se puso en contacto con DEIA eran las diez de la noche. El accidente se había registrado a las cuatro de la tarde.

Ya se sabe que la lluvia siempre hace estragos en la carretera. Apenas comienzan a caer unas gotas, el asfalto se convierte en una pista de patinaje para muchos vehículos. Especialmente complicada es la zona donde ayer se registró el siniestro; un lugar donde es habitual que los camiones suelan tener percances al salirse de la calzada.

El accidente El accidente tuvo lugar alrededor de las 16.00 horas. Un camión cargado de brea chocó con la media, arrastrando en su recorrido varios metros de la bionda, y desparramando sobre los carriles de ambas direcciones la carga que transportaba. Los coches que llegaban por detrás intentaron frenar, pero ante lo imprevisto del accidente y lo mojado del asfalto, fueron chocando unos con otros. Hasta que otro camión articulado que llegaba por detrás no pudo frenar y arrolló al resto de coches, entre los que se encontraba también un camión-grúa. Al final, y pese a lo aparatoso del accidente, solo cuatro personas precisaron atención médica. Las ambulancias desplazadas hasta el lugar trasladaron a los heridos al hospital de Cruces, aunque ninguno de ellos presentaba heridas de gravedad. Mientras, más y más coches se iban concentrando en el vial, principalmente en dirección a Cantabria, provocando colas de hasta nueve kilómetros.

Los operarios se pusieron a trabajar de inmediato y tanto la Ertzaintza como las policías locales de los diferentes municipios de Ezkerraldea intentaron racionalizar el tráfico; aunque, dadas las horas -un viernes a las cuatro de la tarde- y la dirección -Cantabria es un destino habitual de salidas de fin de semana- el colapso fue inevitable. Dos grúas de gran tonelaje trabajaron en el lugar para retirar los restos y los vehículos implicados en el siniestro.

Hasta la madrugada Avanzada la noche, los problemas persistieron, con retenciones de siete kilómetros en dirección Cantabria -a las 21.30 horas se abrió un carril hacia Bilbao y a las 00.10, otro hacia Cantabria-; mientras, los operarios forales de Obras Públicas intentaban limpiar la carretera con rapidez y colocar separadores provisionales entre a ambas direcciones. No fue hasta entrada la madrugada cuando la A-8 logró digerir el empacho de tráfico.