BILBAO - Iñigo Urkullu agradeció a los agentes internacionales que han trabajado para el fin de ETA su “implicación y su preocupación” en torno a la disolución de la banda armada. Así lo desveló ayer el portavoz del Ejecutivo vasco, Josu Erkoreka, quien reiteró que la declaración sobre su posible disolución tiene que ser “unilateral, efectiva y definitiva”, es decir, sin contraprestaciones, sin ambigüedades, clara, inequívoca y que no sea reversible. Tres condiciones del Gobierno vasco que ya fueron trasladadas por el lehendakari a los agentes internacionales el pasado 17 de septiembre, y esta semana Urkullu aplaudió la labor desarrollada para llegar a este punto por los actores internacionales mediante una carta dirigida concretamente al Grupo Internacional de Contacto (GIC), la Comisión Internacional de Verificación, el grupo Henry Dunant y el grupo Intermediate. Lehendakaritza no ha recibido ninguna garantía de que se incluyan en la declaración de ETA esos tres principios que exige el Ejecutivo vasco para dar credibilidad al texto que haga público la banda.

En este escenario, los mediadores internacionales “han garantizado” a instituciones, agentes políticos y sociales que la declaración será “concluyente” y se producirá antes del encuentro previsto para el mediodía de mañana en Kanbo. La cumbre, denominada Encuentro Internacional para avanzar en la Resolución del Conflicto en Euskal Herria, comenzará a las 12.00 horas, con la intervención, entre otros, del líder del GIC, Brian Currin, y del presidente de la Mancomunidad de Iparralde y alcalde de Baiona, Jean René Etchegaray.

declaración Tras la conferencia, que se prolongará durante una hora, personalidades de la comunidad internacional darán lectura a un texto con el que se pondrá punto y final a la esperada cita. De forma previa a la cumbre, está previsto que ETA haga pública una declaración sobre su disolución, que estaría ya grabada y se difundiría a través de medios internacionales y vascos. Los mediadores certifican que será concluyente después de la inquietud que se incrementó después del comunicado del pasado 20 de abril en el que la banda reconocía el daño causado por su “lucha”, aunque jerarquizaba a las víctimas, justificaba su historia y no admitía la “injusticia” de sus atentados. En el encuentro de Kanbo, organizado por el GIC, Bake Bidea y el Foro Social, se citarán un centenar de personas del espectro político y sindical. Hoy aterrizan en Bilbao los representantes del GIC Brian Currin, Alberto Spektorowsky y Raymond Kendall.