Iruñea - José Javier Esparza Abaurrea (Aoiz-Agoitz, 1970), consejero de Administración Local, Desarrollo Local y Medio Ambiente, mostró ayer su voluntad de liderar la candidatura de UPN en las próximas elecciones forales y anunció que se registrará ante el comité de listas. El nombre de Esparza, de momento el único dirigente regionalista que ha hecho público el paso, circulaba dentro del partido como una de las opciones más probables para sustituir a Yolanda Barcina.

El anuncio sin embargo se produce antes incluso de que se abra el plazo oficial para presentar candidatura, que da inicio hoy y finaliza el próximo lunes día 24, lo que causó gran sorpresa ayer tanto en el partido como en el propio Gobierno.

Esparza confirmó sus aspiraciones en una comparecencia improvisada ante los medios en la puerta de su departamento, anunciada con una hora de antelación. Suficiente en cualquier caso para realizar una breve declaración confirmando sus intenciones. El consejero explicó así, a preguntas de los periodistas, que da el paso tras haber sentido el apoyo de algunos miembros del partido, así como de organizaciones ajenas a UPN. Se presentó como un candidato independiente con un proyecto propio, evitando posibles vinculación tanto con Miguel Sanz como con Yolanda Barcina, cuya continuidad dijo no representar. Y se mostró confiado en poder recuperar los acuerdos con el PSN como garantía para la continuidad de UPN en el poder. Todo sin embargo plagado de condicionales, matizando que se trata de un primer paso que ahora deben confirmar los órganos del partido, por lo que nada es definitivo todavía.

Un proceso largo Javier Esparza incluso se mostró dispuesto a concurrir en unas primarias si ese es el procedimiento elegido para elegir al sucesor de Barcina. Aunque evitó posicionarse sobre el debate que estos días salpica el partido sobre si los estatutos permiten o no consultar a los afiliados una decisión de la transcendencia de la elección del candidato. Eso, dijo, lo decidirán los órganos internos. La demanda en todo caso sigue presente en un sector del partido, que en público y por escrito han reclamado a la dirección la convocatoria de una asamblea extraordinaria que permita a todos los militantes decidir. Algo a lo que de momento sigue encontrando un no rotundo que no parece fácil de cambiar antes del próximo 29 de noviembre, fecha elegida para que el consejo político elija al futuro cabeza de lista entre los posibles aspirantes.

Y aunque solo Esparza ha dado el paso, no es descartable otros candidatos. Algo que va a depender de las múltiples reuniones, llamadas y mensajes que estos días se cruzan en uno y otro lado del partido. La corriente de opinión interna crítica con Barcina insiste en la necesidad de una elección directa por parte de los afiliados, y aunque no concretado ninguna alternativa -Amelia Salanueva la condiciona a la celebración de primarias-, queda tiempo para que esta pueda cristalizar.