barcelona. La Generalitat de Catalunya confirmó ayer que este año eliminará a los empleados públicos el equivalente a una paga extra, descontándoles media paga de junio y otra media de Navidad. El anuncio llevó a los sindicatos a encerrarse de forma indefinida en la sede del Departamento de Gobernación.
El Govern catalán aprobará hoy, sin esperar a la aprobación de los presupuestos de la Generalitat para 2013, el acuerdo por el cual se autoriza la eliminación de la paga extra a los funcionarios también este año.
En un comunicado, el Departamento de Gobernación asegura en este sentido que si el Govern no tomara el acuerdo, "el impacto en las pagas extraordinarias sería menor pero en cambio afectaría a la mensualidad ordinaria de julio y de agosto", además de a las extras de junio y Navidad.
Como las pagas extraordinarias se calculan en proporción a la jornada y al tiempo trabajado en los meses anteriores, cuanto más tarde el Govern en adoptar esa resolución sobre la extra, más tendrían que concentrarse los ajustes salariales en el segundo semestre de 2013.
La confirmación, por parte del Govern, de que eliminará la extra sin esperar a los presupuestos y sin aportar la retahíla de datos exigida por los sindicatos llevó de inmediato a los máximos responsables sindicales de la Función Pública a encerrarse en el Departamento de Gobernación.
La Generalitat sostiene que los impagos del Gobierno y el pago de la deuda no le dejan más remedio que ahorrarse en 2013 en el capítulo de personal, al menos, la misma cantidad que el año pasado, unos 730 millones. Casi la mitad de ese ahorro, unos 375 millones, según los sindicatos, provendrá de la eliminación del equivalente a una paga extra a los empleados públicos, lo que supone un 6 ó 7 % del sueldo. El resto se conseguirá reduciendo al mínimo la contratación de interinos, no cubriendo jubilaciones o congelando la aportación al fondo de pensiones, entre otras medidas.