¿Cuál es el sueño de los indignados?
PUEDE el aleteo de una mariposa generar un huracán...? Dicen que sí. Miles de jóvenes, y no tanto, están ocupando plazas con un lema común: "Indignados". ¿Estamos ante una protesta que empieza a aletear o será tan breve como la vida misma de la mayoría de mariposas? Nuestras conductas actuales obedecen, mayoritariamente, a modelos sociales, principios, valores políticos, éticos, religiosos que, normalmente, un día fueron "un aleteo" de mariposa que un visionario, un líder, un científico, intuyó, analizó, materializó y empezó a difundir. Cuesta creer que estas concentraciones sean espontáneas y que no haya una cierta dirección previa y oculta. En cualquier caso, hay que felicitar a todos los que han salido del silencio y el conformismo para denunciar... ¿qué?
Muchos se han unido a la indignación. Eso es fácil porque hay motivos de sobra. El primer problema es concretarlos. Unos quieren poder trabajar, disponer de vivienda, pagar hipotecas. Siguen en el sistema. Otros hablan de que otro mundo es posible. Y es cierto. Un cartel dice: "Hay una solución: comunismo libertario". Segundo problema: ¿Bajo qué paradigmas, premisas, valores, analizarán el presente, su origen, y diseñarán el futuro? Se han puesto de acuerdo en la protesta. Ahora deberían conseguirlo sobre causas verdaderas de lo que denuncian y, lo que es más difícil, tercer problema, consensuar un modelo ambicioso pero posibilista. Y sobre algo aún más difícil y cuarto problema: cómo materializarlo.
Estuve en la plaza de Catalunya. Escuché discursos y hablé con algunos jóvenes. Predominaban los tópicos y enfoques sobre efectos más que sobre causas. Criticaban muchas cosas y con razón. Pregunté si habían hecho autocrítica. No entendían. Expuse lo que costaba una plaza universitaria que paga muy mayoritariamente la sociedad y pregunté si creían que el 100% de los estudiantes la amortizaban estudiando al máximo y acabando en el tiempo previsto. No hacerlo, cuando es posible, es un tipo de corrupción. Pregunté si se copiaba. Sonrieron. Les dije que conseguir un título copiando es corrupción. Ser los primeros en autoexigirse ¿no les daría más derecho a exigir a todos los demás? Silencio o evasivas.
Fui a la plaza con ilusión de encontrar no un vuelo de mariposa sino una auténtica invasión de ideas como la invasión de las mariposas emperador en México. No fue así. Por lo que escuché, predominaba la crítica, la denuncia vaga. Faltaba rigor, objetividad y era patente la ilusión, complicidad. Se comparaba más con lo que fue y ya no está; con un pasado ante el que solo han protestado cuando se ha deteriorado y les afecta de lleno que con un modelo de lo que podría y debería ser sobre bases realistas. Se decía, "otro mundo es posible" y creo que es cierto. ¿Lo propondrán?
Esta iniciativa es digna de elogio y de apoyo y así lo dije. Precisamos urgentemente nuevas ideas. ¿Y ahora? Estos indignados pueden, ¡deben!, ser un vivero de propuestas que solo serán buenas si pueden aplicarse aunque cueste. Empezando por ellos mismos. Nos hablan de "sueños". J. Walker, un experto reconocido, dice: "Una visión sin acción coherente es sólo un sueño. Unas actuaciones sin visión es solo pasar el tiempo. Pero una visión con acción puede cambiar el mundo".
¿Es el mismo sueño en todos? ¿Se quedará en un sueño o aportarán actuaciones que puedan materializarlo? ¿Qué proponen? Creo que deberían: ofrecer un diagnóstico serio, riguroso; un nuevo modelo de sociedad económica, política, social, cultural, sobre valores de democracia real pero también de autoexigencia y compromiso; presentar todo ello con propuestas de cambio a través de una iniciativa popular que respalden millones de ciudadanos ¿Se imaginan...? Tienen un sueño. ¿Cuál es...? ¿Se quedarán en la indignación o habrá propuestas posibilistas...? Vdes, ¿qué opinan, qué propondrían...?