DE nuevo nos llegan noticias que nos hablan de brutalidades contra el pueblo saharaui, contra una población civil indefensa. Y el responsable de esas demostradas y flagrantes vulneraciones de los derechos humanos en el Sahara Occidental tiene nombre y apellidos. Se llama Marruecos, Estado que desde el 14 de noviembre de 1975 actúa como jaun eta jabe, sin control de ningún organismo internacional. De nuevo también hay un gobierno del PSOE en connivencia con ese régimen marroquí especialista en masacrar personas. Esta vez representado por una patética Trinidad Jiménez, sonriente junto a su homónimo de Exteriores marroquí. Porque, al fin y al cabo, en lo mismo andan, iguales son cuando complacientes el uno con el otro justifican la miseria, el terror, la muerte, las violaciones y las desapariciones en aquella tierra entregada en 1975.
El lunes fue arrasado por los militares marroquíes el campamento de Gdeim Izik, a las afueras de la ciudad de El Aaiún en el Sahara Occidental. Ayer, anteayer, todos los días? la población saharaui sufre la violencia de un régimen especialmente represor, asesino y contrario a los derechos de las personas. Desgraciadamente, esto no es novedad aunque esta vez se les haya ido la mano ante los ojos del mundo.
Por eso conviene recordar que todo esto es consecuencia del mantenimiento de un conflicto que no comenzaron los saharauis, sino aquellos que faltaron a la moral abandonando la entonces colonia y los que van contra las leyes democráticas del derecho a decidir, a ser, a pensar del pueblo saharaui y contra el derecho internacional. Frente a todo ello, sólo queda mantener una posición de firmeza, de digna firmeza, para que la Comunidad Internacional respete y cumpla las resoluciones de la ONU, esto es, el derecho de autodeterminación para el Sahara Occidental.
El espectáculo dantesco de helicópteros utilizados para perseguir a la población civil, de militares armados contra niños y mujeres sin ningún refugio en el que protegerse, de la brutalidad de los soldados de Mohamed VI, me han revuelto por dentro contra esa representación política que admite en silencio interesado la provocación, la violencia y las bravuconadas de ese amigo de la cúpula socialista y de ese denominado "hermano" por el rey español.
Ante tamaño horror, muchísimas personas nos hemos sentido heridas y denunciamos a un Gobierno español que se alía con quien es reyezuelo feudal y gobierna maltratando en primer lugar a su pueblo, al pueblo marroquí, con índices de pobreza y malestar social superados por pocos. Un rey vulgar que manda pateras para presionar a Europa cuando firma tratados a cambio de entregar los recursos pesqueros saharauis, que patalea amenazando con el mal llamado terrorismo islámico si no consigue lo que quiere como un niño malcriado.
A lo largo de estos dos días, las informaciones han ido aclarándose, mostrando terribles imágenes enviadas a escondidas del poder marroquí que, como siempre, se ha dedicado a silenciar, intoxicar y mentir. Al respecto, tenía yo ciertas esperanzas con los informativos de EITB y, aunque la televisión pública no anda en sus mejores momentos en cuanto a información veraz y enganche a la ciudadanía vasca, confiaba en que, pese a la irrupción de los socialistas en el Gobierno vasco, continuaran con el tratamiento informativo habitual de gobiernos anteriores, que siempre mostraron respeto a la justa causa del pueblo saharaui. Pero hasta en eso nos está decepcionando a la mayoría la televisión pública vasca: "Operación" han llamado a la masacre de la mañana del día 8 de noviembre, dando por buenas las tesis marroquíes. Será que el cambio de López y cuadrilla incluye obviar la injusticia y la violencia contra personas indefensas.