RESENTIDO expresidente del Gobierno español y del PP: Veo que transcurren los años –ya más de cinco– y no se le pasa el rencor hacia el partido que, con sus votos decisivos, propició que prosperase la moción de censura de Pedro Sánchez contra usted. “El PNV ha acabado siendo el monaguillo de Frankenstein”, ladró el domingo en una entrevista en ABC. Se comprende que fuera plato de mal gusto tener que abandonar Moncloa antes de tiempo. Pero si tuviera una gota de memoria y otra de sinceridad, tendría que reconocer que usted pudo evitar que quienes llama con desprecio Frankenstein llegaran al Gobierno. Habría bastado con dimitir y ceder su puesto a su entonces vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. Así de simple.