'Pelotazos' en Mendexa

Mendexa es un municipio cuyos núcleos de población están dispersos y distantes en algunos casos. La mayor concentración de viviendas, más de un centenar, se encuentra en la parte baja del barrio de Likona (en Karraspio, Kurlutxu, Lerdena...). Sin embargo, los servicios y áreas de recreo se encuentran a más de tres kilómetros de distancia y en cuesta.

La parte baja del barrio de Likona sufre la aglomeración de vehículos en época estival. Los visitantes ocupan los bordes de la carretera o bloquean el paso mientras esperan plaza de aparcamiento en Karraspio. La única forma de solucionar el problema es mediante un parking con plazas suficientes.

La solución viene dada por conseguir los terrenos de la familia Llaseras: 24.000 metros cuadrados, en lo que, además de accesos, se construirían viales y un parque inglés (de unos 8.000 m2). A cambio los propietarios, piden permiso para levantar un solo bloque de 24 viviendas, perfectamente integrado en el conjunto. Esto es lo que la llamada izquierda abertzale llama pelotazo. No debe de ser pelotazo, por el contrario, la venta de terrenos a 125 euros metro cuadrado para levantar chalés, en una operación de casi 6 millones de euros (que sigue ahí).

La llamada izquierda abertzale no considera mendexarras con derechos a los habitantes de la parte baja de Likona (somos ciudadanos de cuarta) que, con este proyecto, no solo verían aliviada su situación en los meses de verano, sino que contarían con una zona de esparcimiento de la que ahora no disponen (y a la que se oponen estos señores).

Desde el punto de vista medioambiental, no se sabe qué es mejor: un bloque de 24 viviendas o 100 casas unifamiliares. Aun así, lo lógico sería que, en Mendexa, a partir de ahora, por cada vivienda construida, el municipio recibiese 1.000 metros cuadrados. O sea que los de arriba deberán aportar 100.000 metros cuadrados a la comunidad (como poco). Para que todos los pelotazos sean iguales. ¡Ah! Y los de la llamada izquierda abertzale a la playa, andando.