EL presidente Volodímir Zelenski acaba de reconocer que en estos dos años de guerra, Ucrania ha perdido a 31.000 soldados en combate. Hace seis meses, el New York Times los cifraba en 70.000. Súmenle los civiles muertos, estimados en más de 10.000. Y también los militares rusos fallecidos, que según el NYT eran 120.000. Una sangría inhumana. Zelenski pide más armas y más munición para defenderse. El Papa, por su parte, reclama una “solución diplomática” para una “paz justa y duradera”. El problema es que será tan justa y tan duradera como quiera la Rusia de Putin.