HACE un tiempo, las personas LGTBIQ+ vivían escondidas en el armario. Una horrible expresión que se hizo famosa a cuenta de la valentía de cientos de personas que, cansadas de ser invisibles, hicieron un esfuerzo por salir de ese armario. Y así hoy nuestra sociedad se compone de una diversidad maravillosa. Sin embargo, queda un largo trecho por delante que recorrer para garantizar los derechos de todxs. Aunque casi hoy se impone el reto de no retroceder ante el avance de la ultraderecha que señala con el dedo a quienes reclaman su propia manera de querer y sentir. Que la diversidad forme, siempre, parte del camino. l