OX reunirá en Madrid a lo más granado de la intolerancia europea. La ultraderecha europea enviará a sus más ilustres inquisidores en defensa de una Europa sin principios sociales universales, con fronteras reforzadas y listas negras. Los primeros ministros de Polonia y Hungría, cuestionados por sus leyes autocráticas, brillarán en el akelarre, con permiso del caballo de Abascal. Esgrimirán su deseo de acercar a la ciudadanía europea a las raíces, eufemismo sobre su indisimulada voluntad de situar la igualdad de género, raza, credo u orientación sexual a dos metros bajo tierra.