LA película de la legislatura empieza con el pie cambiado. El ripio alude maliciosamente a la torcedura de tobillo de Adriana Lastra. Mea culpa. El título, también. Aunque también podría retratar el cruce de empujones entre el ciudadano Marcos de Quinto y el voxpopulista Luis Gestoso, que dio con los huesos del segundo en la sacrosanta moqueta del hemiciclo. Otro ejemplo de la calidad política que derrochan algunas de sus señorías. Pero el revolcón que deja secuelas es el que ha metido a Vox en la mesa del Congreso. La legislatura ya está rodando y sus mimbres nos llevan de bruces al suelo.