EL balance en cifras de visitantes del pasado año 2018 que ofrecieron ayer tanto el Museo Guggenheim como el Museo de Bellas Artes de Bilbao confirman no solo el éxito sino la consolidación del mismo con protagonistas en los dos principales centros de referencia artística de Bizkaia. El primero, firmando el tercer mejor año de su historia con 1,26 millones de visitantes, pese a seguir el año 2018 al del veinte aniversario de la pinacoteca cuando proyectó una prolija programación a la que hay que añadir el apoyo de la Diputación Foral de Bizkaia con la facilitación de entradas gratis para 113.000 vizcainos y vizcainas. El Guggenheim mantiene el efecto de su consolidación como motor económico de nuestro entorno y su incuestionable ya tirón internacional que empieza a absorber también, como así lo ha confirmado el año 2018, el Museo de Bellas Artes con una tendencia alcista en este sentido firmando su cuarta mejor cifra anual con 252.925 visitantes, un 40% de ellos llegados de fuera de nuestra comunidad (un 15,3% llegados del resto del Estado y un 25,4% provenientes del extranjero) a pesar del pequeño paréntesis en los estertores del verano cuando la pinacoteca cerró temporalmente por la realización de obras para su remodelación del pasado 15 de septiembre al 5 de octubre. Cifras que vienen a celebrar su ya larga y dilatada trayectoria con los celebrados 110 años del Museo cumplidos el pasado año 2018 marcado también por el incremento del número de patronos, por el apoyo en las donaciones y la puesta en marcha del proyecto estratégico 2019-2020 para la ampliación de sus instalaciones y que le mantienen como protagonista de su particular ascenso hacia el éxito. Dos ejes museísticos, cuyo sumatorio de asistencia a ambas pinacotecas el pasado año 2018 superó los 1,5 millones de visitantes, lo que supone cuatro veces la población bilbaina. Dos proyectos necesarios y ya, lejos de toda duda, fundamentales que caminan de la mano y que, con el horizonte aún de sus respectivas ampliaciones, reafirman la poderosa potenciación cultural de Bilbao y Bizkaia producto del éxito de ambos museos como conceptos que caminan de la mano y que ya se han convertido en realidades icónicas para la ’ atracción de testigos de nuestra constante transformación urbana y social.