Síguenos en redes sociales:

El fútbol y yo

Soy un aficionado al fútbol y nunca he escrito sobre este deporte. Me ha molestado lo ocurrido en la Selección. Este es un país en que nadie admite sus errores, y menos cuando se trata de responsabilidades. La historia es que la Federación Española echó al entrenador dos días antes de que la selección empezara el Mundial. El resultado: que nos asomamos a la competición con un grupo de jugadores que habían tenido un montón de problemas entre ellos mismos (según comentarios) y alteró a los jugadores y al país, afectando ambos al vacío futbolístico. Salió en Rusia el equipo español que acabó ganando un único partido, y a Irán, que no se trata de un equipo destacado. Rubiales no se arrepiente de haber despedido a Julen Lopetegui. Este entrenador no perdió ningún partido en dos años. El presidente de la Federación abusa de su prepotencia al haber tomado esa decisión y no se siente culpable de nada. Ahora es buscar las responsabilidades en los fracasos colectivos, compartidas. El portero fue un desastre. Un periódico escribió: Jugamos sin portero. Por eso no acertó a cambiarlo. ¿Para qué echar la culpa a otro?... Lopetegui pretendía terminar el Mundial, para eso había preparado a sus jugadores. ¿A quién le iba a importar, terminado el Mundial, que el guipuzcoano hubiera fichado por el Madrid? Para mí la decisión de Rubiales marcó el camino a casa desde el instante en el que la tomó y su ignorancia majadera jugó con los sentimientos del país.