La otra manada
Se comportan como si lo fueran, como otra manada. Excesivo corporativismo y ausencia de autocrítica por parte de jueces y fiscales en favor del juez causante del dislatado voto particular del caso La Manada y por una justicia independiente y de calidad.
No parecen tan defensores de la independencia judicial, cuando muchos jueces y fiscales, sobre todo de los principales estamentos judiciales, Audiencia Nacional, Tribunal Supremo, Tribunal Constitucional? son utilizados presuntamente como arma defensiva por parte de los intereses del Gobierno en algunos varios casos de interés general de estado, o de un cuerpo policial, en unos casos y, según quien sea la defendida, en otros (creo que se sobreentiende).
Es un clamor bastante generalizado, desde magistrados eméritos, hasta jueces independientes del “poder judicial” el despropósito de la sentencia y, sobre todo, por la aberrante actuación durante el juicio y su voto particular por uno de los tres magistrados. Los ciudadanos también tenemos derecho a criticar algunas de las actuaciones de jueces que no son dioses ni mucho menos infalibles en muchas de sus actuaciones, dejándose llevar, en muchos casos por el color de sus sentimientos y/o preferencias políticas, en algunos casos hasta han tenido que ser apartados de algunos casos por su afinidad política, o por estar afiliados a un partido determinado. ¿Dónde está la separación de poderes entre el legislativo y el ejecutivo judicial? ¿Por qué tienen que nombrar los partidos mayoritarios a los jueces del Supremo y del Constitucional? Sepan señores jueces y gobernantes, que esto es vox pópuli en la calle y una de las consecuencias de que los ciudadanos estemos hartos de tanto abuso de poderes. Los ciudadanos tenemos todo el derecho a protestar para cambiar las leyes que puedan ser injustas y, los jueces, también forman parte de la sociedad.
Según Montesquieu “todo hombre que tiene poder se inclina por abusar del mismo; él va hasta que encuentra límites”.