Carta desde Catalunya

Un amigo me escribe desde su Catalunya, sobre la solicitud de perdón y la desaparición de la organización ETA y la felicitación al pueblo vasco: Veo como no puede ser de otra manera con muy buenos ojos y al mismo tiempo una gran alegría el fin de la violencia y del terrorismo en el País Vasco. Espero que nunca renunciéis a reclamar con el respeto y el diálogo, aquello que muchos vascos y vascas anheláis, que es ser un país libre. De todas maneras el interlocutor se demuestra cada día más inquisidor, corrupto y tramposo, por decirlo suavemente, aquí la llamada violencia se la han inventado, es decir, la única violencia es la que ellos mismos organizaron el día que un pueblo pacífico decidió ir a votar libremente su futuro, pero no caigamos en la trampa del agotamiento y la desidia, el pueblo vasco y el pueblo catalán merecen que algún día no muy lejano pueda decidir libremente y pacíficamente su futuro.