Estamos viviendo momentos muy graves para nuestra vida democrática. La corrupción del PP lo ensucia todo. Y en estas circunstancias, quiero dirigirme directamente a todos los españoles de bien. Todos hemos sido engañados y testigos de los hechos que se narran en telediarios, debates y tertulias radiofónicas que se han ido produciendo, tanto dentro como fuera de la península ibérica, situaciones, hechos, negocios que emponzoñan nuestra vida cotidiana.
Desde hace ya bastante tiempo, determinados jueces y fiscales de una manera reiterada y consciente están incoando expedientes y denuncias de numerosos casos de corrupción que impregnan los pasillos y palacios de las cortes de Madrid y gobiernos de otras comunidades autónomas.
Estas personas con sus decisiones y acciones han vulnerado de manera sistemática las normas, leyes, aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible “ al bien común de los españoles”.
Han quebrantado los principios democráticos, socavado la economía y arrastrado la convivencia por el estercolero.
Hoy siguen vivitos y coleando, muchos de estos significativos nombres de la política , de la economía y de las clases dirigentes del país. De manera que España y sus comunidades autónomas se sienten fracturadas, defraudadas y perjudicadas.