Hace ya unos añitos que dejó la Alcaldía de Vitoria-Gasteiz y cambió su rumbo a las altas instituciones del Estado, como portavoz del PP en las Cortes Españolas y, seguidamente, ministro de Sanidad. La suya ha sido una meteórica y veloz carrera hacia el poder político y me pregunto a que viene esa retahíla de frases dirigidas al PNV sobre los deseos, según él, desmedidos del poder, ocupando alcaldías, instituciones y hasta equipos de fútbol? Pues bien señor Alfonso Alonso, hágaselo mirar pues si usted, sus correligionarios y su partido PP, no detentan y desean ocupar poder en todos los puestos políticos, institucionales incluso tentando a la judicatura, ya me explicará en que consiste ese “poder” del que habla con tono elevado y públicamente. Aquí en Euskadi, hay que decirlo alto y claro, es el PNV quien no mira en prendas para alcanzar las mayores cotas de bienestar y progreso para su pueblo, señor Alonso, su pueblo, que es Euskadi. Señor Alfonso Alonso, desde Madrid, ustedes miran con lupa cualquier movimiento que vaya a favor y ganancia para este pueblo vasco, incluso el Estatuto de Autonomía está inconcluso en su desarrollo, cuestionan el Concierto Económico y cualquier atisbo de mejora ustedes la ponen en cuestión y en cuarentena. Señor Alonso, hágaselo mirar porque “el poder por el poder” no es más que dictadura y malos presagios de futuro para este pueblo. Sin embargo, el poder que desde aquí ostentamos se nos ha dado por el pueblo vasco al que el PNV pone todo su empeño en desarrollar para beneficio de la población en general. Señor Alonso, mal camino es el que ha tomado para levantar a su partido del puesto en el que se encuentra, después de llevar al ostracismo a Arantza Quiroga por haber dado un paso certero en la buena dirección; se lanza y a criticar todo aquello que huele a tiempos pasados.