Cierre en falso
La crisis reciente del PP Vasco no se ha cerrado definitivamente. Las heridas todavía están abiertas y la “sangre” corre por las sedes. Existe una guerra soterrada que emergerá si los resultados de los próximos comicios no resultan satisfactorios. Nada será igual desde que empujaron a Quiroga hacia la puerta de la calle. La engañaron, puesto que quienes se han colocado al frente del PP vasco no estaban dispuestos a “abrasarse” prematuramente, antes de los comicios nacionales del 20-D y autonómicos del próximo año.
La confirmación del cierre en falso es la elaboración de las listas electorales. Han quedado fuera aquellas personas cercanas a Quiroga. Están al frente de las listas los cercanos al ministro de Sanidad, Alonso, y actual presidente del PP vasco. Hay que añadir que Alonso fue elegido alto mandatario de los conservadores vascos por el sistema que la ciudadanía rechaza. El sistema digital.
Está claro que el PP ha actuado de forma totalmente antidemocrática. Lo digital, el dedo, el silencio, las reverencias y las palmaditas en la espalda es el valor que más se cotiza en el seno de la formación de Rajoy. El PP a pesar de haber atravesado numerosas crisis no pone en marcha los mecanismos adecuados para su democratización.
Hemos tenido un Gobierno que ha sido apoyado por un partido que no está a la altura de los tiempos. Lo que nos lleva a deducir que hemos estado gobernados por personas que no creen en la democracia ya que no la practican en la formación a la que pertenecen.
Lamento que el PP no haya llevado a cabo una verdadera regeneración interna. Lamento que cuando veamos las listas definitivas al Congreso y Senado estén los mismos que llevan en ellas años y años. Personas cuyo mérito para formar parte de ellas haya sido aplaudir al líder y no molestar con opiniones discrepantes. ¡Viva la libertad! ¡Viva la democracia de los partidos!